París.— Nadie como los franceses para plantear una mirada escéptica sobre sus mitos. En medio de las celebraciones del 50 aniversario de 1968, una exposición aborda los sucesos del Mayo con el objetivo de diseccionar las trampas de la memoria y la fotografía.

Desmontan mitos que fueron íconos de la revuelta del mayo francés
Desmontan mitos que fueron íconos de la revuelta del mayo francés

Dos imágenes famosas son analizadas para entender el proceso de construcción de los símbolos. La primera es el retrato que hizo Gilles Caron del líder estudiantil Daniel Cohn-Bendit el 6 de mayo mirando a los ojos a un policía y sonriendo. Es el símbolo del joven que desafía a la autoridad: una foto que hoy resume el espíritu de las revueltas parisinas, pero que no encontró gran espacio en la prensa esos días.

Desmontan mitos que fueron íconos de la revuelta del mayo francés
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El caso de la llamada Marianne del 68, de Jean-Pierre Rey, es similar. La imagen de la chica con una bandera subida sobre los hombros de un acompañante no destacó en su momento entre decenas similares, todas siguiendo la misma composición alegórica inspirada en el cuadro de La libertad guiando al pueblo (1830), de Eugène Delacroix.

Se publicó en una esquina en páginas interiores de la revista Paris Match del 15 de junio de 1968. El problema con la mayoría de fotos de mujeres abanderadas es que sus gestos o aspecto resultaban explícitamente políticos. La protagonista de la Marianne del 68, Caroline de Bendern; sin embargo, ondeaba una bandera vietnamita que, debidamente cortada, parecía francesa. Eso permitió blanquear la imagen y convertirla en un objeto de consenso, de acuerdo con la tesis que maneja la exposición.

Desmontan mitos que fueron íconos de la revuelta del mayo francés
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Otro aspecto fundamental de la exposición es el color. “Nuestra memoria en imágenes de mayo de 1968 parece hoy tan reducida como reductora: uniformemente negras, blancas y rojas, esas representaciones se centran en la dimensión parisina y estudiante de los hechos”, explican las comisarias.

La exposición demuestra cómo, aunque en la época ya se utilizaran fotos en color, la memoria colectiva fue desechándolas y privilegiando el blanco y negro, más dramático. En 1968 el uso del color era común en las primeras páginas de las revistas y sus informaciones más llamativas. Por eso hay fotos en color de aquellos días, pero perdieron su protagonismo. En parte se debe a que Paris Match marcó el tono estético de la cobertura debido a que en su número de junio no pudo usar fotos policromadas por la huelga general del país, que dificultaba el proceso industrial de impresión y distribución.

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