Washington.— Un juez federal desestimó ayer la demanda más importante que la campaña del mandatario saliente, Donald Trump, había presentado en Pennsylvania, y le dejó prácticamente sin opciones para revertir el resultado de las elecciones en ese estado del que dependen las llaves de la Casa Blanca.

La decisión del juez Matthew Brann implica que los condados de Pennsylvania tienen vía libre para certificar el resultado de las elecciones, para lo que este lunes se cumple el plazo límite, y confirmar así como ganador del territorio al presidente electo, Joe Biden. La demanda pretendía invalidar millones de votos emitidos por correo con el argumento de que la posibilidad de los votantes de corregir errores en sus papeletas en ciertos condados perjudicaba al partido de Trump. El magistrado resolvió que la campaña de Trump había recurrido a “argumentos legales defectuosos y sin mérito, y a acusaciones especulativas” en su intento de desechar millones de votos. Esta demanda era la última de gran calado que le quedaba activa en Pennsylvania y el abogado del presidente saliente, Rudy Giuliani, la defendió en una audiencia el pasado martes.

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