Estambul.— Al menos dos nuevos terremotos se produjeron ayer en la provincia turca de Hatay (suroeste) y en el norte de Siria, las réplicas más fuertes desde el devastador sismo del 6 de febrero que ha dejado más de 45 mil muertos en ambos países.

La agencia turca de emergencias AFAD registró dos réplicas más de magnitud 5.2 que tuvieron lugar la noche del lunes, desatando pánico entre los damnificados que se alojan en casas de campaña, indicaron reporteros.

Según un primer balance, al menos tres personas murieron en la provincia de Hatay y más de 200 resultaron heridas, anunció el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu.

A pesar de su violencia, un ingeniero geofísico, el doctor Övgün Ahmet Ercan, dijo que se trata de “réplicas a lo largo de la falla de Anatolia” y no de nuevos “terremotos independientes”.

El prestigioso geofísico de la Universidad Técnica de Estambul aseguró a la emisora HalkTV que este sismo, al que calculó una duración de 17 segundos, es un fenómeno normal y anticipó que algunos edificios ya dañados se habrán desplomado.

Como medida de precaución, el hospital público de Alejandreta (Iskenderun) y el Hospital Universitario Mustafa Kemal de Antakya fueron evacuados, informó la agencia DHA, y a los pacientes de cuidados intensivos los trasladaron a un hospital de campaña. El vicepresidente turco, Fuat Oktay, dijo que ocho personas resultaron heridas al caer edificios ya dañados, pero decidió levantar la advertencia de inundación costera emitida anteriormente por el gobernador y por AFAD.

La provincia de Hatay bordea el Mediterráneo.

En Alepo (Siria), 47 personas resultaron heridas al intentar huir presas del pánico, informó la agencia de noticias Sana citando fuentes hospitalarias.

El primer temblor de este lunes, de magnitud 6.4, cuyo epicentro se situó en Defne, un distrito a 15 minutos en coche de Antakya (Antioquía), se produjo a las 20:04 horas locales y lo sintieron con fuerza equipos de la AFP en Antakya y Adana, 200 kilómetros más al norte.

Tres minutos más tarde se produjo otro temblor de 5.8 en Samandag, una ciudad costera al sur de Antakya, y el alcalde informó del derrumbe de edificios, sin mencionar víctimas.

“La carretera se movía como las olas. El edificio se movía de un lado a otro, y los coches iban de izquierda a derecha”, dijo a la AFP Mehmet Irmak, de 34 años, empleado de una notaría.

“Hatay ya no es un lugar seguro. Se oyen muchos edificios derrumbándose... Esperamos el amanecer pero no sé qué voy a hacer”, dijo el hombre que llevaba 15 días durmiendo en su coche tras el primer terremoto.

Se registra apagón en Defne

El primer temblor tuvo epicentro en el distrito de Defne, en el sur de Antioquía, según datos de AFAD, y se sintió en países vecinos.

El ayuntamiento de Defne indicó que se produjo un apagón de electricidad y que toda la zona está a oscuras. “Hay edificios derrumbados. La gente está horrorizada. No había gente en los edificios derrumbados. Veo edificios derrumbados pero no había gente dentro”, declaró el presidente del Colegio de Arquitectos de Hatay, Mustafa Ozçelik.

Al menos un edificio a medio colapsar se desplomó y escombros de otros dañaron coches estacionados, informa la cadena NTV. Lütfü Savaş, alcalde de Antakya, a 25 kilómetros del epicentro, aseguró que varios edificios se habían desplomado con personas en su interior.

Desde el sismo del pasado día 6, ninguno de los edificios en Antioquía es aún habitable, pero había equipos de trabajo de desescombro en la zona. Además, muchos supervivientes tienen el hábito de reunirse alrededor de fogatas ante los edificios derrumbados para ayudar a la identificación de cadáveres. “Era terrible, nos han caído encima ventanas rotas. Todo el mundo ha salido de las tiendas con pánico. Con la oscuridad no se puede ver todavía qué ha pasado”, dijo Ugur Sahin, un reportero del diario BirGün.

Visita del presidente turco

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visitó ayer mismo Hatay, provincia fronteriza con Siria, una de las dos únicas, junto con Kahramanmaras, donde continúan la búsqueda y excavaciones. Según Erdogan, más de 118 mil edificios han quedado destruidos o muy dañados.

Algunas de las ciudades destruidas serán trasladadas de la llanura a las colinas para evitar riesgos de futuros terremotos, indicó Erdogan. Horas antes, el ministro de Urbanismo, Murat Kurum, había dicho a la prensa que los núcleos de población deberían reconstruirse solo en suelos sólidos, lejos de la falla geológica que ha funcionado como epicentro de los terremotos.

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