San José.- Una nueva tragedia se avizora en la más grave crisis migratoria de la historia de América: la desaparición en el mar de migrantes irregulares —35 venezolanos y una venezolana-colombiana— y dos tripulantes colombianos que zarparon el sábado 21 de octubre en una lancha de la isla caribeña de San Andrés, Colombia, hacia Nicaragua, para eludir el Tapón del Darién, cruzar Centroamérica y llegar por tierra a México y Estados Unidos.
En un escenario inquietante, ninguna fuente oficial en Costa Rica, Colombia, Nicaragua, Venezuela y Panamá confirmó todavía el naufragio, en lo que sería una de las distintas rutas que utilizan los migrantes irregulares americanos, africanos y asiáticos para viajar a México y EU y acortar el trayecto al evitar el tránsito por el Tapón, que une al occidente colombiano con el oriente panameño.
En la nave viajan 14 niños, entre los que va un bebé de tres meses, y una mujer con ocho meses de embarazo, informó este martes por la noche la periodista venezolana Mayvi Gómez, pariente de la colombo-venezolana Mileden Natalhy Porras Alviárez, de 29 años y también pasajera de la embarcación desaparecida.
Sin que exista un comunicado oficial, los conteos extraoficiales indicaron que son 22 hombres y 15 mujeres.
“La situación es muy desesperante, bastante agobiante y preocupante. Tengo 10 días sin dormir bien”, advirtió Gómez en una entrevista telefónica con EL UNIVERSAL desde Bogotá, donde reside hace siete años. “Los 38 deberían aparecer. Queremos tener rastro de ellos. Esta ruta de San Andrés a Nicaragua continúa utilizándose sin parar por los migrantes”, agregó.
La hija y el esposo de Porras, solo identificado como Pedro y ambos venezolanos, viven hace aproximadamente un año en EU. Trascendió que Pedro está sumido en una intensa presión mental.
La nave, denominada IAS II (de segunda en números romanos) y de colores negro con rayas rojas, partió el 21 de octubre a las 20:05 horas (19:05 en el centro de México), según los reportes oficiales que Gómez recabó en San Andrés, en donde estuvo del 23 al 27 de este mes.
El drama creció luego de que pescadores costarricenses que encontraron ocho pasaportes y dos cédulas de identidad de personas originarias en Venezuela, ropa y dólares en efectivo que flotaban a unas 45 millas náuticas al este del sector norcentral litoral caribeño de Costa Rica, los enviaron el domingo pasado aparentemente vía WhatsApp a un familiar de Gómez y Porras que vive en EU.
No se precisó si los pescadores los hallaron el domingo o días previos.
Gómez explicó que Porras colocó en su cédula un papel con el número de teléfono de un familiar que reside en EU. Los pescadores se comunicaron a ese número, le notificaron del hallazgo al pariente de Porras y le compartieron fotografías de los 10 documentos, por lo que el familiar se comunicó con Gómez ese mismo día para hacérselos llegar, ya que la periodista asumió parte de las tareas en torno al caso.
Gómez entró en contacto con la Armada Nacional de Colombia desde el 23, cuando trascendieron los datos de la desaparición y los familiares y amistades de los 38 empezaron a comunicarse por redes sociales de internet y a conformar la lista completa.
La periodista también se comunicó con los dueños de IAS II para determinar el punto exacto de salida.
De acuerdo con los recuentos oficiales, con IAS II son cuatro las lanchas desaparecidas desde 2022 con migrantes irregulares y con cifras que oscilan entre 21 y 30 por cada una, por lo que Gómez calculó que el total de las víctimas oscila de 100 a 120.
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La vía de San Andrés a Nicaragua, que se cubre primero por avión desde territorio continental colombiano, se intensificó en los últimos tres años y los operarios cobran unos 900 dólares por persona para transportarlos de la isla a suelo nicaragüense.
“Los paquetes de ese viaje los ofrecen y los venden en internet, en redes sociales. A mucha gente le favorece porque se evita pasar por el Darién”, recalcó Gómez, en referencia al agotador y peligroso recorrido a pie, en canoas o piraguas y en autobuses, por ríos, pantanos y otros caminos de la espesa y temible jungla en la cintura de América.
“Todo esto se opera en un ámbito irregular. La ruta por San Andrés no es pesada, no obliga a tanto trabajo como por el Darién”, puntualizó.
Gómez y Porras, como otros integrantes de la familia, son oriundas del occidental estado venezolano de Táchira, que es limítrofe con el nororiental departamento (estado) colombiano de Norte de Santander.
“Por lo que supe, ya que esto se manejó con mucha discreción, mi prima viajó en avión de Cúcuta (capital de Norte de Santander) a San Andrés”, narró.
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Gómez relató que, por su visita a San Andrés, sus reuniones con las autoridades colombianas y su acceso a algunos patronos de la búsqueda, más de mil personas vinculadas con los ocupantes de la lancha y que viven en diversas partes del mundo con variados horarios, la contactaron a cualquier hora en Bogotá o en la isla.
“Quieren saber información de primera mano. Todos vivimos una situación muy desesperante”, describió.
El recuento oficial del gobierno de EU de retenidos en todos los pasos fronterizos estadounidenses llegó a 3 millones 201 mil 144 en el año fiscal de octubre de 2022 a septiembre de 2023.
Basado en los datos de EU, el incremento fue incesante: de 646 mil 822 de octubre de 2019 a septiembre de 2020 subió a un millón 956 mil 519 de octubre de 2020 a septiembre de 2021 y a 2 millones 766 mil 582 de octubre de 2021 a septiembre de 2022.
La corriente humana de octubre de 2022 a septiembre de 2023 derribó récords y marcó un escenario sin precedentes.
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