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San José.— El bloque de la izquierda de América Latina y el Caribe podría perder hoy una posición clave en Uruguay. El derechista Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, compite hoy como favorito para derrotar al izquierdista Daniel Martínez, del gobernante Frente Amplio, en la segunda ronda de las elecciones presidenciales uruguayas.
El vencedor asumirá el 1 de marzo de 2020 para un periodo de cinco años, en una jornada que pondría fin a tres mandatos consecutivos de la izquierda con el Frente Amplio, que comenzaron en 2005 con Tabaré Vázquez, prosiguieron en 2010 con José Mujica y continuaron en 2015, de nuevo con Vázquez.
Lacalle quedó segundo en la primera vuelta, pero consiguió el apoyo de otras fuerzas políticas uruguayas sin opción de competir hoy, como el centrista Partido Colorado, y emergió como favorito. Los comicios uruguayos reafirmarían el cambio político continental en 2019, que comenzó el 1 de enero con el ascenso del ultraderechista Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil.
El ex guerrillero e izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) perdió la presidencia en El Salvador en las elecciones de febrero de este año y asumió el poder, a partir del 1 de junio pasado, el centro-derechista Nayib Bukele. A diferencia de su antecesor, Salvador Sánchez, Bukele rompió con el cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y reconoció al opositor venezolano Juan Guaidó como mandatario interino de esa nación.
Bukele se unió a más de medio centenar de países que, con la proclamación de Guaidó en enero de este año, acusaron a Maduro de reelegirse en 2018 en comicios ilegítimos, le desconocieron como gobernante y reconocieron como presidente interino al líder opositor. Una vía similar adoptaría Lacalle, porque el actual gobierno uruguayo siguió reconociendo a Maduro.
Otra baja ocurrió en Bolivia tras las controversiales elecciones del 20 de octubre anterior. Evo Morales, del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS), uno de los personajes principales del eje izquierdista americano y en la presidencia desde 2006, dimitió el 10 de noviembre pasado y denunció que sufrió un golpe de Estado. La derechista Jeanine Áñez asumió el cargo.