Jerusalén.— El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se garantizó un tránsito seguro a la reelección, puesto que los partidos religiosos derechistas se aprestaban a darle la mayoría parlamentaria pese al apretado resultado conseguido frente a su principal rival centrista, según un recuento de los votos.
Con 97.4% de los votos computados, el Likud, de Netanyahu, y su rival, el partido Azul y Blanco, del exlíder militar Benny Gantz, estaban igualados con proyecciones de 35 escaños cada uno en el parlamento de 120, pero juntos, Likud y sus aliados tenían una mayoría de 65 escaños.
De confirmarse, Netanyahu lograría un récord de cinco mandatos como primer ministro.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que apareció en pancartas de campaña de Netanyahu para demostrar su cercanía, le habló por teléfono para felicitarlo por la reelección, dijo el líder del Likud, que agradeció a su aliado estadounidense por su “tremendo apoyo para Israel”.
El republicano dijo a los medios en la Casa Blanca que la reelección de Netanyahu aumenta las probabilidades de lograr la paz entre Israel y los palestinos.
Yair Lapid, número dos de Azul y Blanco, declaró: “No ganamos esta vuelta. Respeto a los votantes y respeto su decisión, pero miro alrededor y veo la herramienta máxima para una victoria la próxima vez”.
Lapid también prometió que Azul y Blanco le amargará la vida a Netanyahu y sus aliados en el Parlamento y presionará por investigaciones de otras acusaciones de corrupción contra el premier. “Vamos a convertir el Parlamento en un campo de batalla”, dijo.
El presidente de Israel, Reuven Rivlin, dijo en Twitter que la próxima semana empezará a reunirse con los partidos políticos que lograron escaños parlamentarios para escuchar a quién respaldan para el cargo de premier. En las sesiones, que según Rivlin serán transmitidas en vivo “para garantizar la transparencia”, elegirá al líder de un partido para que forme una coalición, labor para la cual tendrá 28 días, con una extensión de dos semana si es necesario.