El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asesinó a 116 personas durante los 20 días que tuvo en su poder la población de Al Qariatain, en el sureste de la provincia siria de Homs y ahora bajo control gubernamental, denunció ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El organismo, con sede en Reino Unido, pero con una amplia red de activistas sobre el terreno, explicó que los yihadistas acusaron a la mayor parte de sus víctimas de ser informantes y de colaborar con las autoridades sirias.
La mayor parte de ellas, 83 personas, fueron asesinadas durante las últimas 48 horas de la presencia del EI en la localidad.
Un portavoz del grupo de activistas Centro de Información de Al Qariatain, Abdalá Abdelkarim, dijo por teléfono que han documentado 100 muertos a manos del EI, de los que han identificado a 75.
“Dáesh [acrónimo en árabe del Estado Islámico] tenía una lista con personas sospechosas de haber colaborado con el régimen y las mató, ha llevado a cabo ejecuciones día y noche”, apuntó Abdelkarim, que es originario de Al Qariatain, pero que se encuentra fuera por seguridad.
Precisó que las personas asesinadas eran hombres de entre 16 y 60 años, y algunos eran funcionarios.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el Estado Islámico controla actualmente 8% de la superficie total de Siria, alrededor de 14 mil 816 kilómetros cuadrados, después de haber tenido en su poder más de la mitad del país a finales de 2015.
La mayor parte de los dominios del EI se concentran en el este y el noreste, donde tiene en sus manos la ciudad de Al Bukamal, fronteriza con Irak, y pueblos y aldeas de la provincia de Deir al Zur, Al Hasaka y el este de Homs.
A estos territorios, se suman 250 kilómetros cuadrados del sur de Siria (0.13 % de su superficie), que controla el Ejército de Jaled bin Walid, vinculado a los extremistas.
Según el Observatorio, las fuerzas gubernamentales sirias son quienes más territorio controlan ahora, con 97 mil 540 kilómetros cuadrados, que se corresponden a 52.7% de la superficie del país.
El resto está dividido entre las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), que controlan 25.4% y las facciones rebeldes e islamistas que tienen 13.7%.