Jerusalén.— El ataque israelí contra el convoy humanitario del chef José Andrés World Central Kitchen (WCK), en el que murieron siete de sus empleados, “no sólo fue un error desafortunado. Fue un ataque directo”, afirmó el fundador de la ONG.
José Andrés publicó un artículo en el periódico israelí Yedioth Ahronoth en el que afirmó que el bombardeo con tres misiles es “el resultado directo de la política de su gobierno de reducir la ayuda humanitaria a niveles desesperados (...) Los ataques aéreos contra nuestro convoy no fueron sólo un desafortunado error (...) Fue un ataque directo contra vehículos claramente señalizados”. Fue un ataque “sistemático, coche por coche”, “no fue una situación de mala suerte en la que, ‘ups’, lanzamos la bomba en el lugar equivocado”, dijo también en una entrevista a Reuters.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró el martes que la muerte de los trabajadores humanitarios “no fue intencional”.
El jefe del Estado Mayor israelí, el general Herzi Halevi, reconoció que se trató de “un grave error” que se produjo “tras una identificación errónea durante la noche, durante una guerra, en condiciones muy complejas”.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que los vehículos en los que viajaba la gente de WCK “estaban claramente marcados”.