San José.— En el primer semestre de 2024, con la gripe aviar al acecho y el coronavirus en sus repetidos repuntes, el dengue en sus cuatro serotipos ya duplicó el total de casos en América de 2023 al superar los 8 millones de pacientes y evidenciar las graves y demoledoras amenazas de un peligroso coctel de enfermedades sobre la salud en el hemisferio occidental.

Dengue, coronavirus —con su impacto en altibajos— y gripe aviar configuraron un explosivo menú sanitario regional. “En efecto, ya en este momento en todas las Américas hay una alarma y una alerta encendidas por la persona que murió [presuntamente] por gripe aviar” en México, afirmó el cirujano general Jaime Lorenzo, especialista en salud pública y director ejecutivo de la organización (no estatal) Médicos Unidos de Venezuela.

“Esta situación es un aviso de informes de organismos internacionales sobre la posibilidad de transmisión de una enfermedad de las aves a los seres humanos. Este caso debe poner en alerta a todo el sistema sanitario de las Américas”, dijo Lorenzo a EL UNIVERSAL por teléfono desde Caracas.

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La Organización Panamericana de la Salud (OPS) comunicó anteayer que la muerte de un mexicano en abril anterior en México se debió a gripe o influenza aviar, ocasionada por el virus del subtipo H5N2. Sin embargo, este jueves, un día después de que la Secretaría de Salud confirmara el deceso, ayer el secretario de Salud, Jorge Alcocer, rechazó que la muerte fuera por el virus.

Sin evaluar el lío entre México y la OPS, Lorenzo adujo que “la primera acción primordial es la vigilancia epidemiológica en donde haya presencia de criaderos de aves, porque es el mecanismo de destruir a tiempo cualquier situación que vaya a ocurrir: o sea, una alerta de vigilancia epidemiológica para todas las naciones”. Sugirió que la vigilancia tiene que aumentar”, al recordar que, en paralelo, en la zona hay un acelerado aumento del dengue, provocado por la picadura de un mosquito Aedes aegypti infectado con algún serotipo.

En este panorama, desde febrero de 2024 se lanzó una alerta al sistema de salud de América: unos 500 millones de personas quedaron en riesgo de contraer dengue y con la evidencia de que 2023 cerró en el continente con un promedio diario de 12 mil 509 casos, incluido el hemorrágico. La OPS reportó que, a la vigésimo primera semana epidemiológica de 2024 (finales de mayo), México registró 73 mil 532 pacientes de dengue y 26 fallecidos, mientras que en las primeras 21 de 2023 reportó 20 mil 536 y 15 muertos. El total de 2023 en México llegó a 277 mil 963 con 203 decesos, informó.

En las primeras 21 semanas epidemiológicas de 2022, México alcanzó 7 mil 726 enfermos y cinco muertes, según la OPS, que pertenece al sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU) al integrar la Organización Mundial de la Salud (OMS). En 2022 hubo un total de 59 mil 918 personas contagiadas y 53 que perecieron.

En 2020 y 2021, el ataque del dengue se mezcló con la pandemia del coronavirus. En el escenario mexicano, los números llegaron en 2020 a 120 mil 629 con 79 víctimas mortales y en 2021 a 36 mil 742 con 39 que fallecieron.

Con respecto al resto de América, los datos de la OPS reconfirmaron la gravedad de la crisis sanitaria en una comparación anual.

En 21 semanas de 2024, el total se ubicó en 8 millones 981 mil 427 enfermos de dengue y 4 mil 146 decesos. En todo 2023 hubo 4 millones 617 mil 101 y 2 mil 423 muertos, mientras que en los 12 meses de 2022 fueron reportados 2 millones 812 mil 304 y mil 290 fallecidos. Las cifras de 2021 contabilizaron un millón 269 mil 271 y 437 decesos, en tanto que las de 2020 llegaron a 2 millones 331 mil 840 con mil 31 que perecieron, de acuerdo con la OPS.

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Enfermedades manejables, pero mortales

“Las enfermedades infectocontagiosas, que pasaron a tercer o cuarto lugar en infecciones y mortalidad en América Latina, tienen otra vez alta relevancia y son causa importante de internamiento”, explicó a este diario el médico Roberto Salvatierra, investigador de la Coordinación de Investigación de la Escuela de Medicina y Cirugía de la (no estatal) Universidad Hispanoamericana, de Costa Rica.

“Si no nos cuidamos, vamos a verlas nuevamente como causas importantes de muerte. Esto es sumamente preocupante, porque la principal causa de muerte habían sido las enfermedades crónicas no transmisibles”, describió Salvatierra en la capital costarricense.

“En países de primer mundo dejan de ser las crónicas no transmisibles la primera causa de muerte y pasa a ser el cáncer. En cambio, se muestra nuestro tercermundismo: las enfermedades fácilmente manejables con controles de plagas, mosquitos o manos e higiene, simple y sencillamente se disparan en América Latina. Esto lo vemos desde 2023”, subrayó.

Tras puntualizar que, al menos en Costa Rica, “repuntaron las enfermedades respiratorias, como influenza, rinovirus o adenovirus”, aclaró que “tampoco se ha visto mucha contaminación de gripe aviar de ave a humano” y quizás por “falta de seguimiento epidemiológico”.

Al referirse a lo que calificó como “aumento franco de dengue en absolutamente toda América Latina”, planteó que “cuando empezaron a caer todas las medidas de protección de coronavirus”, que atacó mundialmente y con mayor fuerza en 2020 y 2021, “vemos brotes importantes de enfermedades como la hepatitis A”.

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