Washington.— La oposición a la declaración de emergencia del presidente Donald Trump y su intención de acelerar la construcción del muro en la frontera con México abrió un nuevo frente: el Capitolio. Más de 220 congresistas, todos demócratas a excepción de un republicano, presentaron en la sede legislativa una propuesta de resolución para bloquear el decreto y evitar que la Casa Blanca pueda desviar fondos en su afán de erigir la barrera.
El texto denuncia el intento del mandatario de asignar de forma voluntaria fondos de organismos federales al deseo de su muro en la frontera, algo totalmente contrario a la voluntad y designios del Congreso. El congresista demócrata Joaquín Castro, quien promovió la resolución, explicó que lo que “el presidente está intentando es agarrar poder de forma inconstitucional”, al querer atribuirse la capacidad de asignar partidas presupuestarias a su merced sin contar con el escrutinio ni beneplácito del legislativo.
“No hay emergencia en la frontera”, dijo el congresista, escudado por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien insistió en el “error” que está cometiendo Trump en lo que consideró un “ataque institucional”.
Ambos pidieron a sus colegas que no aflojen su presión contra el presidente en este tema y firmen y apoyen la propuesta, puesto que si no le dan un apoyo masivo abrirían la puerta a que el mandatario de la Unión Americana “intente una acción similar” en el futuro. Pelosi prometió que la aprobación de la resolución se haría de forma “rápida”, y todo apunta que así será cuando sea puesta a votación el próximo martes. Más dudas hay sobre su futuro en el Senado, aunque es probable que también supere este obstáculo.
De momento sólo una senadora republicana, Susan Collins, ha hecho pública su intención de votar a favor del bloqueo a la emergencia nacional. Media docena más han mostrado “reticencias” y “reservas” al decreto presidencial, sin especificar el sentido de su voto.
De ser aprobada también en el Senado, la resolución iría a la Casa Blanca, donde el mandatario estadounidense ya dejó claro que usaría —por primera vez en su mandato— su poder de veto. “¿Si lo vetaré? 100 por cien”, prometió desde el Despacho Oval, augurando además que el Senado no tendrá la mayoría suficiente para derrotar su veto.
La batalla en el Congreso se une a la que inició a principios de semana en el terreno judicial, con 16 estados demandando al presidente en los tribunales por su decreto. Organizaciones de defensa de derechos civiles, como ACLU, hicieron lo propio.
Un alto funcionario del Pentágono declaró ayer que la dependencia tardará semanas en evaluar la emergencia nacional que decretó el mandatario. “Y después pasarían meses para concluir la fase de implementación, antes de que siquiera comience la construcción [del muro]”, explicó. Ayer mismo, un vocero de Aduanas y Protección Fronteriza señaló que los prototipos de la valla que ordenó Trump serán derribados y se construirá en su lugar una barrera secundaria. Con información de agencias