Obras de arte en el suelo, ventanales rotos y equipos y muebles destruidos fue el rastro del asalto a la democracia, versión Brasil, que dejaron los bolsonaristas que invadieron las sedes del Parlamento, la Presidencia y la Corte Suprema de Brasil.

El 6 de enero se cumplieron dos años de la irrupción al Capitolio estadounidense por una horda trumpista que buscaba evitar a sangre y fuego que el Congreso certificara la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales. Dos días después, las escenas que la televisión brasileña mostraba parecían una calca de las horas más bajas para la democracia que vivieron en Estados Unidos en décadas recientes. Esta vez no eran trumpistas, sino simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro que ingresaron a las sedes de los tres poderes de Brasil para destruir todo y reclamar, como han hecho hace meses, un golpe de Estado que devuelva al ultraderechista al poder.

Como ocurrió en 2021 en Estados Unidos, cuando el presidente Donald Trump arengó a sus simpatizantes con su clamor de “fraude” —del que nunca pudo presentar pruebas—, Bolsonaro, desde antes de las elecciones de 2022, puso en duda el sistema electoral brasileño —elogiado en el mundo por su confiabilidad—; como Trump, Bolsonaro nunca reconoció su derrota tras la segunda vuelta del 30 de octubre y para evitar entregar el mando, viajó a Miami antes de la toma de posesión del izquierdista, el pasado 1 de enero. Dejó en Brasil un semillero de división y encono que ayer estalló.

Leer también

“Fue algo que nunca imaginé ver. Es depredación, vandalismo, caos y destrucción”, manifestó el ministro de la Secretaría de Comunicación del Gobierno, Paulo Pimenta, en un video con imágenes de los lugares invadidos.

El segundo piso del Palacio do Planalto fue destruido y los radicales llegaron al pasillo que conduce al despacho del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en el tercero, sin acceder a él, pero sí al de la primera dama, Rosângela Janja da Silva, que fue destruido.

La invasión comenzó en el Congreso, cuando cientos de bolsonaristas burlaron el bloqueo de seguridad e irrumpieron en la sede del Legislativo, destruyendo incluso el Salón Noble del recinto. Sillas, mesas, impresoras, cuadros, televisores quebrados y pedazos de equipos y muebles quedaron esparcidos en las afueras y pasillos del Congreso.

“Eso jamás podría haber sucedido. No podemos aceptar la impunidad y aquellos que desprecian la democracia tendrán que ser responsabilizados criminalmente”, aseveró Pimenta, también diputado federal.

La fachada del Ministerio de Justicia tampoco escapó a los actos violentos antidemocráticos y algunos artículos exhibidos en las recepciones de los edificios públicos fueron saqueados.

Lula, quien no se encontraba en Brasilia en el momento del ataque, decretó una “intervención federal” para retomar el control de la capital.

El decreto colocó a las fuerzas de seguridad bajo la autoridad de Ricardo Garcia Capelli, que reportó directamente con Lula y con capacidad para recurrir a “cualquier órgano, civil o militar” para garantizar el orden. El secretario de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia, Anderson Torres, aliado de Bolsonaro, fue destituido de inmediato.

“Esta gente será castigada y vamos a descubrir incluso quiénes financian a estos vándalos que fueron a Brasilia, y pagarán”, advirtió Lula, que calificó a los atacantes de “vándalos, fascistas fanáticos”. Más de cuatro horas después de que iniciara el ataque, las fuerzas de seguridad recuperaron el control. Al momento, suman al menos 300 detenidos.

La comunidad internacional se solidarizó con Lula. El presidente de México, Andrés Maniel López Obrador, quien en 2021 evitó condenar el asalto al Capitolio, ayer acusó del ataque a la “cúpula del poder oligárquico” y aseguró que “Lula no está solo”.

El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que “la voluntad del pueblo no debe ser socavada” y condenó el “asalto a la democracia. El secretario de Naciones Unidas, António Guterres, hizo lo propio, igual que otros líderes.

El último en pronunciarse fue Bolsonaro, quien por toda reacción dijo que “el vandalismo escapa a la regla”.


para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.