Washington.— Funcionarios encargados de procesar las solicitudes de asilo en Estados Unidos criticaron el programa Permanecer en México de la administración de Donald Trump por poner en peligro las vidas de los migrantes, y pidieron ayer a una corte federal de apelaciones que lo frene, reveló el diario The Washington Post.
La American Federation of Government Employees Local 1924 (Federación Americana de Empleados del Gobierno), que representa a 2 mil 500 empleados federales, presentó un recurso “amigo de la corte” para sumarse a la American Civil Liberties Union (ACLU) y otros grupos que han desafiado el programa Protocolos de Protección del Migrante, por el que 12 mil solicitantes de asilo en Estados Unidos han sido enviados a México a esperar ahí mientras se resuelven sus procesos desde enero pasado.
El sindicato argumentó, de acuerdo con el Post, que el programa Permanecer en México va en contra de la visión estadounidense de que los asilados y refugiados deben poder huir de la persecución en sus países de origen y de que Estados Unidos es un refugio seguro. México “simplemente no es seguro para los solicitantes de asilo”, señala el documento presentado en la corte. Además, subraya que las pandillas o bandas delictivas que aterrorizan a los migrantes en sus naciones de origen pueden seguirlos hasta México.
“A pesar de expresar el compromiso de defender los derechos de quienes buscan asilo, el gobierno mexicano no ha podido proveer esta protección”, añade.
Al mismo tiempo, los demandantes alegan, dice el Post, que el sistema de asilo estadounidense no está, como la administración Trump se empeña en decir, “roto” y que podrían manejar más casos, con mayor prontitud, sin tener que enviar a los migrantes de regreso a México.
El documento indica, a la vez, que con este programa de EU se está obligando a los funcionarios encargados de aplicar la política de asilo a participar en lo que consideran “una amplia violación” de las leyes federales e internacionales, cuando su deber es “proteger de la persecución a los solicitantes de asilo vulnerables”.
La demanda representa un inusual golpe para un presidente por parte de sus propios empleados y coloca a Trump, quien argumenta que se vive una crisis en la frontera por la “invasión de migrantes”, en una difícil situación.
