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Silvio Berlusconi, fallecido a sus 86 años, tuvo una larga carrera política, a lo largo de la cual se volvió conocido por sus bromas y declaraciones de "mal gusto", por decir lo menos, y que llegaron a ser conocidas como "Berlusconadas". Aquí algunas de ellas:
Quizá el más difícil de olvidar fue el comentario que hizo sobre Barack Obama cuando éste era candidato a la presidencia de Estados Unidos. El primer ministro italiano lo describió como "lindo, joven y bronceado”. La gravísima metida de pata tuvo lugar en noviembre de 2008 justamente en Moscú,
Cuando le hicieron ver lo que acababa de decir, Berlusconi alegó que se trataba de un "gran cumplido" para Obama, y añadió: "Si no tienen sentido del humor y hay alguien que piensa que no fue un cumplido, entonces quiere decir que son unos imbéciles y se pueden ir a la...”.
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Tiempo después insistió en el tema, al decir a un diario: "No lo van a creer, pero ambos fueron a la playa, porque su esposa -Michelle Obama-, también está bronceada". Luego se volvería viral una imagen de una visita de Berlusconi a Pittsburgh, donde se reunió con los Obama. La forma como Berlusconi miró a la primera dama no dejó nada contento al mandatario, y su cara lo dijo todo.
Mujeriego irremediable, las frases de Berlusconi sobre las mujeres eran cuestionadas por misóginas. Como cuando dijo: "Un sondeo dice que 33% de las jóvenes italianas sí se acostarían conmigo. El resto de las chicas contesta: "¿Otra vez?".
Luego, en medio del Rubygate, el escándalo por su relación con una marroquí de 17 años, respondió a una de las acusaciones presentadas en tribunales, según la cual estuvo con decenas de mujeres. "Aunque soy travieso, 33 muchachas me parecen demasiadas", dijo.
Frente a una ola de casos de abuso sexual en Italia, Il Cavaliere aseveró: "Tendríamos que tener en las calles tantos soldados como tantas son las bellas mujeres italianas, creo que no lo lograríamos nunca".
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La relación de Berlusconi con la canciller alemana Angela Merkel nunca fue buena. Cuando se investigaban sus fiestas sexuales con menores, conocidas como bunga bunga, se dieron a conocer escuchas telefónicas en las que el premier italiano tachaba a Merkel de "culona inchiavabile" (culona incogible).
En abril de 2009, al visitar a sobrevivientes de un terremoto en la región de Abruzzo, donde los damnificados se alojaban en tiendas de campaña, Berlusconi dijo: "Deberían verlo como un fin de semana de camping”.
Berlusconi también era conocido por su homofobia. Dos frases suyas lo dejaron claro: "Es mucho mejor que me gusten las chicas hermosas que ser gay" y "en todos nosotros hay una parte de homosexualidad del 25%, yo también la tengo. Después de un atento examen he descubierto que la mía es lesbiana".
En julio de 2003, cuando el legislador alemán Martin Schulz lo abucheaba durante su debut en el Parlamento Europeo, Berlusconi espetó: "Señor Schulz, sé que hay un hombre en Italia que está produciendo una película sobre los campos de concentración nazis. Me gustaría sugerirle para el papel de Kapo. Sería perfecto". Aludía así a los reclusos de los campos de concentración que recibían privilegios por supervisar a los demás prisioneros.
Siempre polémico, desató un verdadero escándalo cuando elogió al dictador italiano Benito Mussolini. “Mussolini nunca mató a nadie. Mussolini envió a la gente de vacaciones al exilio (interno)”, dijo a la revista británica Spectator y, cuestionado sobre si pensaba que Mussolini había sido una figura "benigna", respondió sin titubeos: "Sí".
Sus bromas no eran del agrado de muchos. Como cuando, durante la toma de foto grupal en una cumbre de la Unión Europea en España, puso "cuernos" al entonces ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Piqué.
Aun retirado de la política, Berlusconi no dejó de desatar polémica. Tras la invasión de Rusia en Ucrania, Berlusconi expresó su firme apoyo al gobierno de Vladimir Putin, lo que causó una dura reacción de parte de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, quien se ha mostrado, igual que el resto de la Unión Europea, de parte de los ucranianos.
"Para mi cumpleaños, Putin me envió 20 botellas de vodka y una carta muy dulce. Le respondí con botellas de Lambrusco y una carta igualmente dulce", indicó Berlusconi, cuya muerte lamentó Putin, que lo calificó de "gran amigo".
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asf
