Bogotá.— Las autoridades colombianas incautaron en el suroeste del país un semisumergible, el noveno de este año, que transportaba 402 kilos de cocaína que supuestamente son de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en alianza con otros narcotraficantes, informaron ayer fuentes oficiales.

La nave, cuya fabricación tiene un costo de 500 mil dólares y que puede transportar hasta ocho toneladas de cocaína, fue ubicada en el río Micay, zona limítrofe entre los departamentos del Cauca y Valle del Cauca, informó en un comunicado el Ministerio de Defensa del país sudamericano.

La nota agregó que la información de inteligencia militar permitió que unidades de la armada de Colombia y del ejército ubicar el semisumergible que se encontraba en su fase final de construcción y al cual ya le habían cargado el alijo de cocaína. En la operación no se reportaron detenidos.

“Hoy con esta operación conjunta se demuestra un gran resultado. El Comando contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales (Conat) hace historia y hará historia este año en la lucha contra el narcotráfico”, manifestó el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano.

El pasado 26 de febrero, el presidente colombiano, Iván Duque, activó en el Fuerte Militar de Tolemaida (centro) el Conat, creado con el propósito de doblegar las estructuras del narcotráfico y de las amenazas transnacionales ligadas a la exploración ilegal de minerales, al tráfico de especies y de personas.

Esta unidad del ejército está compuesta por 7 mil hombres y la comanda el general Juan Carlos Correa Consuegra.

El cargamento encontrado en la embarcación tenía como destino las costas de México desde donde se distribuiría a varios lugares de ese país.

El decomiso del primer semisumergible o sumergible desarrollado por los narcotraficantes colombianos se remonta a 1993.

Apenas el pasado 15 de marzo en España la policía incautó un narcosubmarino con capacidad para transportar dos toneladas de droga procedente de Sudamérica, como parte de una operación internacional en la que han sido detenidas 52 personas e intervenidos 3 mil 300 kilogramos de cocaína y 700 de hachís.

El comisario general de policía judicial española, Rafael Pérez, explicó en conferencia de prensa que el narcosubmarino, fabricado de forma artesanal, de nueve metros de eslora, tres de manga y tres de calado, fue localizado en una nave industrial de la ciudad litoral de Málaga (sur).

Aún no estaba acabado y, de acuerdo con la investigación, iba a ser usado para desplazarse hasta una nave nodriza, cargar cocaína de ella y trasladarla luego a las costas españolas.

En la operación policial, denominada FERRO, participaron durante más de un año alrededor de 300 agentes españoles y de Colombia, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y Estados Unidos, coordinados por la Europol.

La pesquisa comenzó cuando se detectó a unas empresas españolas con sede en la región de Cataluña (noreste) que, bajo apariencia de legalidad, iban a introducir cocaína en España camuflada con productos legales que importaban desde Sudamérica.

Entre abril y diciembre de 2020 fueron intervenidos en Colombia en cuatro operaciones 2 mil 900 kilos de estupefaciente oculto y disuelto en sustrato de coco, torta del palmiste y yeso agrícola, una mercancía que iba ser trasladada a España a través de Reino Unido y Bélgica.

Las pesquisas se centraron después en España en cuatro fases, durante las que fueron intervenidos más de 400 kilos de cocaína, 700 kilos de hachís, más de 100 mil euros en efectivo (119 mil dólares), cuatro vehículos de alta gama y relojes de lujo; se bloquearon cuatro cuentas bancarias y un inmueble y se desmantelaron en Cataluña varios laboratorios clandestinos, uno de ellos con capacidad para producir 750 kilos de cocaína mensuales.

En noviembre de 2019, la policía española ya incautó un narcosubmarino pero, en ese ocasión, había sido construido en América Latina donde son más habituales.

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