El presidente palestino, Mahmoud Abbas, calificó ayer de “bofetada del siglo” la decisión de su homólogo estadounidense, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, dijo que debería avergonzarse por la forma en que ha tratado a los palestinos y le advirtió que él no tendría problema en rechazar lo que insinuó sería un plan de paz inaceptable.
“Decimos ‘no’ a Trump, ‘no aceptaremos su proyecto’. El acuerdo del siglo es la bofetada del siglo y por lo tanto no lo aceptaremos”, afirmó Abbas dando el tono a una importante reunión del Comité Central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que comenzó ayer.
En el encuentro de dos días en Ramalá, los líderes palestinos deben decidir cómo enfrentar el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel que hizo Trump el 6 de diciembre.
“Jerusalén fue barrida de la mesa por un tuit del señor Trump”, dijo Abbas. “Nuestra capital eterna es Jerusalén y no vamos a aceptar lo que nos ofrecen, que Abu Dis sea la capital palestina en vez de la ciudad de Jerusalén”, añadió, confirmando informaciones previas según las cuales funcionarios de Estados Unidos ofrecieron a los palestinos ese suburbio de Jerusalén como su capital.
“Estamos en un momento crítico. Nuestro futuro está en juego”, dijo.
Abbas indicó que al alinearse con los israelíes en un tema delicado, el anuncio había destruido la credibilidad de Trump como promotor de la paz en Oriente Medio.
“Le podemos decir no a cualquiera si las cosas están relacionadas con nuestro destino y nuestro pueblo, y ahora le hemos dicho no a Trump”, afirmó. El mandatario dijo también que los palestinos han rechazado una solicitud de Estados Unidos de suspender los pagos a aproximadamente 35 mil familias de palestinos asesinados y heridos en el conflicto con Israel, incluidos atacantes suicidas y otros extremistas.
El estatus de Jerusalén es uno de los temas más sensibles en el largo conflicto entre israelíes y palestinos y la decisión que Trump tomó, generó protestas en todo el mundo.
Israel sostiene que Jerusalén es su “capital única e indivisible”, mientras que los palestinos reclaman la parte este de la ciudad como capital de su futuro estado.
Salim Zanoun, portavoz del Consejo Central de la OLP, dijo que la organización debe “reconsiderar” su reconocimiento a Israel como parte de los Acuerdos de Oslo de 1993, impulsados por EU.