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Washington.- El día llegó mucho más pronto de lo que se esperaba. Esta noche, el presidente, Joe Biden, y el expresidente, Donald Trump, se enfrentarán en el primer debate presidencial en la pelea por la Casa Blanca, un choque que puede marcar un punto de inflexión decisivo en la campaña en medio de una disputa voto a voto por la presidencia de Estados Unidos.
El debate, organizado por la cadena de televisión CNN en sus estudios en Atlanta, Georgia, durará 90 minutos, estará moderado por los periodistas Dana Bash y Jake Tapper, tendrá dos pausas, se realizará sin público, y los micrófonos de los candidatos se apagarán cuando hable el oponente para evitar interrupciones. Con la presidencia en juego, Biden y Trump tendrán la oportunidad, por primera vez en esta campaña, de marcar diferencias y tratar de capturar el voto de los indecisos.
Nunca un presidente debatió con un expresidente, y nunca dos candidatos a presidente se enfrentaron tan pronto en el calendario electoral, antes de que arranque formalmente la campaña. Por esto y otros aditivos y por todo lo que está en juego, el debate ocupa ya un lugar único en la historia.
1. ¿Biden despejará las dudas sobre su vejez?
Biden, de 81 años, y Trump, de 78, son los candidatos presidenciales más viejos de la historia. Pero la edad ha sido un lastre mucho más pesado para el actual mandatario, que arrastra desde hace meses dudas sobre su fortaleza y su salud mental para encarar cuatro años más en la Casa Blanca. Biden llega con el desafío de mostrar agudeza, reflejos, cintura política, y, sobre todo, vigor para sostener un duelo de una hora y media con Trump. Para calentar el ambiente, Trump dijo en la previa que Biden irá “muy dopado” al duelo.
Tal como ocurrió al principio de este año con su discurso del Estado de la Unión ante el Congreso, las dudas que acompañan a Biden pueden terminar jugándole a favor si es que sale airoso. Al menos tres videos de su reciente visita a Europa para la cumbre del G7, que fueron recortados o sacados de contexto, reavivaron las preguntas sobre su salud mental. Biden suele estar a la altura de las circunstancias en los momentos que lo demandan. Esta noche, las miradas estarán sobre él más que sobre Trump.
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2. ¿Trump estará más moderado, o más desatado?
Donald Trump es uno de los actores centrales de la alta política de Estados Unidos desde hace ya casi una década. Pero un interrogante sigue acompañando cada acto del magnate: si se apartará de sus instintos y mostrará una versión más moderada, más “políticamente correcta”, o si continuará quemando el protocolo de la política tradicional y correrá más los límites con una salida, una frase, o un ataque que deja a la audiencia boquiabierta. Desde su irrupción en la alta política, Trump nunca se ha moderado y siempre ha redoblado la apuesta. Pero el interrogante persiste.
Aunque las encuestas marcan un virtual empate, Trump llega con una leve ventaja en los estados pendulares que definirán, en última instancia, el futuro de la presidencia, una posición que, a priori, llevaría a cualquier político a optar por la prudencia y la moderación para ampliar su base de votantes. Trump, sin embargo, nunca ha operado bajo esos preceptos.
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3. ¿Cómo manejarán Trump y Biden los temas incómodos?
Los debates demandan incontables horas de preparación y generan una enorme atención al ser la única ocasión en la cual los votantes ven a los candidatos frente a frente. El duelo de esta noche ofrece un amplio compendio de temas muy picantes para discutir: la inflación, la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente entre Israel y Gaza, las recientes condenas de Trump y del hijo de Biden, Hunter Biden.
Para Biden, la inflación, la guerra en Gaza y la condena de Hunter aparecen a priori como los temas que pueden llegar a ponerlo en aprietos. Para Trump, la lista incluye su amplio prontuario judicial, su reciente condena, el ataque al Congreso el 6 de enero de 2021 y su insistencia con desconocer su derrota en la última elección, conocida en Estados Unidos como la “Gran Mentira”.
¿Logrará alguno de los candidatos asestar un golpe definitivo? La historia muestra que los ida y vuelta sobre políticas públicas suelen diluirse en el tiempo, y los momentos que suelen quedar en la memoria colectiva se dan cuando alguno de los candidatos consigue un golpe de K.O.
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4. ¿Cómo influye la preparación y el choque de estilos?
El debate ofrece un choque de estilos que quedó a la vista en la previa. Metódico y tradicionalista, Biden se encerró una semana con sus colaboradores y su equipo de campaña en Camp David para llegar bien preparado y afilado al debate. El entrenamiento incluyó simulaciones de debate, algo habitual en la política norteamericana, donde las campañas tratan de cubrir todos los frentes y no dejar nada librado al azar, además del ensayo de líneas concretas sobre su gobierno y respuestas a los eventuales ataques de su rival.
Trump, en cambio, tuvo un enfoque mucho más suelto: siguió con sus actos de campaña, apenas se dedicó a tener idas y vueltas con sus asesores sobre los temas de actualidad, sin realizar ninguna simulación, una prueba más de la enorme confianza que el magnate pone en sus instintos. El propio Trump y su equipo se encargaron de que la escasa preparación salier a la luz, quizá en un intento por volcar las expectativas a su favor.
“Creo que he estado preparándome toda la vida”, dijo Trump en una entrevista con Newsmax esta semana, desestimando cualquier necesidad de entrenamiento previo.
5. ¿Quién gana la narrativa del debate?
Está el debate, y después está la historia sobre el debate.
Más allá de lo que ocurra en los 90 minutos en el estudio de CNN, la campaña de Trump y de Biden se están preparando para volcar la narrativa sobre el duelo a su favor. Cada campaña tendrá su propia “sala de guerra” para torcer el relato, empezando por las redes sociales. NBC informó que el equipo de Biden tiene a 18 “influencers” con más de 8 millones de seguidores listos para replicar los mejores momentos de Biden en las redes. Y la campaña de Biden lanzará una enorme ofensiva publicitaria al gastar “siete cifras” en propaganda en sitios de noticias, redes sociales, periódicos, y avisos en las calles.
El equipo de Trump también está preparado para continuar la batalla tras el debate. Ya en la previa, la campaña trumpista lanzó esta mañana un nuevo sitio web, factcheckbiden.com, que afirma que “Biden ha hecho una carrera mintiendo en el escenario del debate”.
Por. Rafael Mathus Ruiz. La Nación
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