Washington.— La pandemia de coronavirus hizo cerrar fronteras y decretar encierros, cuarentenas y confinamientos en todo el mundo, pero no afectó “significativamente” las actividades de narcotráfico de los cárteles mexicanos, al menos en sus perspectivas y capacidades operativas a largo plazo.

Sí tuvieron que hacer frente a los varios desafíos planteados, especialmente en el ámbito financiero, dada la disrupción en los canales de blanqueo de dinero y de transporte de divisas.

Así lo detalla el último informe sobre el riesgo de las drogas de la agencia antinarcóticos de Estados Unidos (DEA), en el que como ya es habitual sitúa a los grupos narcotraficantes mexicanos como “la mayor amenaza del narcotráfico para EU” debido al control mayoritario del mercado de drogas, sus rutas establecidas con varios sistemas de transporte, sus sistemas avanzados de comunicación y las “fuertes” alianzas con pandillas y criminales en territorio estadounidense. Los narcos mexicanos dominan en la producción de heroína, aunque en el de marihuana la producción local ha suplantado en muchos lugares a la mexicana.

La situación creada por el Covid-19 sirvió a los dos principales cárteles mexicanos, el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación —los cuales están incrementando la producción de fentanilo, tanto en polvo como en píldoras—, para “inflar artificialmente” el precio de las metanfetaminas: según reportes de la DEA, ambos han retenido algunos de sus envíos corrientes de esta droga hacia EU para así poder aumentar el coste al por mayor. La DEA confirmó que al inicio de la pandemia los grupos criminales encontraron “dificultades” para obtener los precursores químicos necesarios para la producción de drogas sintéticas; sin embargo, a largo plazo, la agencia estadounidense no estima que vaya a tener un “impacto significativo” en cuanto a la disponibilidad de la droga en el mercado de EU, resaltando la capacidad de adaptación de los grupos criminales.

Donde el Covid-19 sí ha tenido cierto impacto es en la rama financiera. El cierre de fronteras ha provocado pequeñas disrupciones en las redes globales y nacionales que usan los cárteles, especialmente en el “transporte de divisas en bulto, el procesamiento realizado por corredores de dinero ilícitos, las operaciones de las redes chinas de lavado de dinero, y el lavado de dinero basado en el comercio”. Ese ha sido el mayor problema para los cárteles. “Las restricciones fronterizas entre EU y México, así como las preocupaciones con respecto a la exposición al virus, han dificultado que las organizaciones criminales transnacionales transporten cargas de dinero a granel a través de la frontera suroeste”, detalla la DEA, que apunta que los retrasos y disrupciones en el sistema de correos y a nivel global impactó el blanqueo de dinero y los envíos de drogas.

Los cierres obligaron a los narcos a “retener grandes cantidades de dinero estadounidense del lado de EU”, a la espera de ser transportado a México, que ahora tratan de “repatriar” a mayor velocidad, pero informes de las autoridades de EU apuntan que las “recolecciones” han disminuido por temor a la exposición al coronavirus y la mayor presencia de agentes policiales por el cierre de fronteras.

La reducción del comercio, especialmente marítimo, también ha afectado a los cárteles: al no ser considerado “esencial”, mucho transporte marítimo que camuflaba operaciones de la vado de dinero ha disminuido la capacidad de mover divisas.

La disrupción y desafíos derivados de la pandemia afectaron en general al mercado global de drogas. “Los mercados mundiales de drogas informaron fluctuaciones en los precios, la disponibilidad, el transporte y la distribución de drogas ilícitas durante las etapas iniciales de la pandemia en la primavera de 2020”, señala la DEA. “A pesar de las interrupciones iniciales en el contrabando, el transporte y la distribución de drogas, las organizaciones criminales transnacionales que operan en países extranjeros y en EU continuaron probando nuevos métodos y utilizando técnicas existentes para continuar operando durante la pandemia Covid-19”, añade.

Como es habitual, los informes anuales de la DEA colocan al Cártel de Sinaloa con la posición dominante y de influencia más vasta en EU, con predominio en zonas de la costa oeste, el medio-oeste y el noreste del país. El Cártel Jalisco Nueva Generación es, otra vez, el segundo con más influencia en EU.

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