Más Información
En Nochebuena, asesinan al presidente del Patronato de la Feria de Chilpancingo; Martín Roberto Ramírez fue atacado a balazos
Lo que sabemos del caso de Francisca Mariner, víctima de feminicidio; quien fue hallada más de 4 años después en un Semefo
Claudia Sheinbaum y Jesús Tarriba envían mensaje a mexicanos; “gracias por lo que hacen por sus familias y por México”
Felipe Calderón y Margarita Zavala festejan Navidad con sus hijos; “les mandamos nuestros mejores deseos”, expresan
El departamento 307, ubicado en la torre 11 del condominio Las Praderas en Comas, en Lima, la capital peruana, fue hasta hace una semana el escondite de un asesino en formación, un presunto policía que atacó a cinco mujeres aproximadamente.
Un individuo que durante el día vestía el uniforme policial y por las noches buscaba a posibles víctimas en redes sociales. En ese lugar, el miércoles 13 de noviembre, Darwin Condori asesinó, desmembró y descuartizó a Sheyla Cóndor. Meses antes de este crimen, habría agredido sexualmente a otras cuatro mujeres.
A la fecha, no se sabe si son las únicas víctimas del suboficial, pero lo que sí se conoce es cómo actuaba. Las mujeres que lo conocieron coincidían en algo: él se mostraba como un sujeto que calculaba todo.
Regularmente, invitaba chicas a su departamento y compraba algo para tomar. Una vez bebiendo, generaba un ambiente de confianza. Él solo preparaba los tragos. Casi todas, después de su última copa servida por Condori, perdían el conocimiento.
Feminicidios en Perú: los primeros casos
La noche del 28 de enero del 2023, un grupo de tres amigas llegó a su departamento. Solo una de las jóvenes conocía a Condori. En el lugar se encontraron con otros dos policías: Jerry Albornoz y Jony Aylas, suboficiales de la PNP.
Ellas bebieron, aunque no demasiado. Cerca de la medianoche, una se sintió mal y, por sugerencia de Condori, ingresó a dormir sola a su habitación.
Luego de dos horas, otra comentó que era tarde y debían retirarse, pero uno de los policías le respondió: “Qué aburrida eres, ¿ya te vas? Acéptame un vaso y te vas”. La joven accedió a beber un trago preparado por Darwin y perdió el conocimiento.
“Cuando yo reacciono, ya estaba pasando el médico legista por una violación”, contó una de las víctimas. Esa noche, las jóvenes fueron dopadas y presuntamente violadas sexualmente por los policías.
Cuando dos de las chicas se despertaron, salieron del departamento y llamaron a la policía. Aproximadamente a las 6:50 a.m. de la mañana siguiente, dos policías de la comisaría de Santa Luzmila llegaron al condominio. Las jóvenes les dijeron que faltaba una y que ella estaba aún en el departamento.
Según la denuncia policial a la que accedió El Comercio, cuando los policías ingresaron a buscar a la tercera víctima, la encontraron en la cama del sujeto. Él solo atinó a decir que era “su amiga”.
Condori permaneció detenido por 15 días y luego salió en libertad. Según narraron las agraviadas, solo lo suspendieron seis meses en la Policía Nacional del Perú (PNP).
Los otros dos policías que estuvieron en la reunión también fueron denunciados y continuaron con sus labores en la institución. Incluso uno de ellos fue condecorado. A la fecha, la PNP ha evitado confirmar si ellos están en actividad pese a las insistencias de El Comercio por obtener descargos.
Lee también Mujer policía de investigación en Chiapas denuncia a comandante por abuso sexual; la amenazó con un arma
Con todas las pruebas del caso, las jóvenes no han obtenido justicia. “Nosotras tenemos el caso en proceso. La fiscal nos da a entender que se puede caer porque dice que faltan pruebas. ¿Qué quería, encontrarnos muertas a las tres?”, señaló una agraviada. La policía dijo que investiga cómo, a pesar de estos casos, el oficial seguía libre.
Darwin Condori: así actuaba el depredador sexual
En marzo de este año, una joven accedió a salir con Darwin. Aunque inicialmente acordaron ir a la playa, él la persuadió para ir a su departamento. Al igual que en el caso anterior, luego de un trago servido por él, la mujer perdió el conocimiento. Cuando se despertó, estaba desnuda en la cama del suboficial y se sentía mal. Además, su ropa la encontró tirada en el baño.
Ella contó que abandonó el lugar y con las fuerzas que le quedaban llegó hasta Los Olivos, donde fue auxiliada por unos vecinos. Permaneció durante casi todo un día mareada, con un intenso dolor de cabeza y cuerpo. Tras lo sucedido, decidió no denunciar por vergüenza.
Lee también Interno del Reclusorio Oriente denuncia a policía por presunto abuso sexual
“He pedido ayuda llorando, pero no me han hecho caso”
La madre de Sheyla Cóndor, de 26 años, alertó a las autoridades de la desaparición de su hija el miércoles 13 de noviembre y mostró una conversación de Whatsapp de su hija con el suboficial, con la dirección de su domicilio en el distrito de Comas, pero la denuncia solo fue aceptada el viernes 15.
El sábado último fueron encontrados los restos descuartizados de la víctima en una maleta en la vivienda del principal sospechoso, Condori, quien era buscado por las autoridades desde entonces.
“Yo he pedido ayuda llorando a los policías, pero no me han hecho caso”, contó a la emisora RPP la madre de Cóndor.
“Nos falta una más. Sheyla Cóndor tenía 26 años y Darwin Condori, un policía, es el principal sospechoso de su asesinato. Las Comisarías de (los distritos de) Comas y Santa Anita también deben dar explicaciones sobre su accionar. Hacemos un llamado a los medios de comunicación a comunicar con enfoque sensible este caso”, indicó la organización feminista Manuela Ramos junto al lema “la Policía no nos cuida”.
Feminicidio en Perú: hallan al policía muerto
“Aprendamos a vivir con las decisiones que tomemos”, escribió Darwin Condori en una de sus varias publicaciones en TikTok. El martes de esta semana, no meditó su frase y se quitó la vida seis días después de asesinar a Sheyla Cóndor.
El cuerpo del agente de 25 años fue encontrado sin vida en un hotel del popular distrito limeño de San Juan de Lurigancho, tras un dispositivo policial que lo buscó en una treintena de alojamientos.
El jefe de la División de Investigación Homicidios de la Policía Nacional, coronel Ricardo Espinoza, indicó que se le encontró suspendido (de una cuerda), con un corte en la muñeca izquierda y una carta dirigida a sus familiares.
mgm