En Londres se ubica la estación ferroviaria subterránea más antigua del mundo: fue inaugurada el 10 de enero de 1863.

El Metro de Londres, conocido popularmente como The Tub, por la forma de sus túneles, durante años fue motivo de quejas por los retrasos y saturación. Una campaña logró mejorar la imagen del servicio, explicando a la gente cómo se daba mantenimiento diario a las líneas y el gran esfuerzo que representaba mantener un Metro eficiente.

El operador actual del Metro es la corporación London Underground Limited (LUL), filial de Transport for London (TfL), responsable de la mayoría de medios de transporte público de Londres. Para 2015, más de 90% de los costos operativos del Metro se cubrían con lo que los pasajeros pagan por los boletos. Este sistema de transporte cuenta con una ventaja: los pasajeros que sufran retrasos de 15 minutos o más en sus viajes por circunstancias que recaigan bajo la responsabilidad de TfL, pueden recibir una compensación.

Apenas en mayo de 2022 se inauguró una nueva línea que lleva el nombre de Elizabeth Line, en honor a la reina Isabel II, que lo inauguró. La monarca falleció en septiembre pasado.

Otra ciudad donde el uso del Metro es clave es París. Es considerado uno de los sistemas con más estaciones —303 en la actualidad— y considerado uno de los mejor gestionados a nivel mundial.

La mitad de lo que se obtiene con las infracciones que pagan los automovilistas va para el Metro, un sistema utilizado por más de 90 millones de personas al año.

Su puntualidad está calificada entre las mejores: 99%. Entre otras cosas, por cómo funciona en las horas pico: un convoy cada 85 segundos.

Fue el primer sistema de transporte en el mundo en obtener la certificación 50001 por práctica sustentable. De hecho, fue la red autónoma de Metro de París la que asesoró a México en los años 60.

Otro ejemplo es el Metro de Berlín. Al menos cada 480 mil kilómetros, o cada seis años, todos los trenes se llevan al taller para un servicio completo, que implica desarmarlos por completo para cambiar piezas y hacer reparaciones.

También se da mantenimiento y se renuevan los sistemas eléctricos.

En Madrid, cuyo Metro es el segundo más grande de Europa, el Consejo de Gobierno autorizó en diciembre pasado la adjudicación de más de 180 millones de euros, un contrato con duración de cuatro años, sólo para el servicio de limpieza. También se aprobó la contratación del servicio de mantenimiento integral de los equipos y aplicaciones de los sistemas de control e información en las estaciones de Metro. Para este rubro se asignaron 14.6 millones de euros para los próximos cuatro años.

Con información de agencias

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