Enrique Davis-Mazlum, director estatal de Arizona, de la American Business Immigration Coalition (ABIC), indica a EL UNIVERSAL que el “tema de una frontera segura”, entre México y EU, “tiene que ser por un acuerdo binacional”.

Resalta la importancia de las campañas de educación, para que la población cambie “ese miedo antiimigrante” y destaca el apoyo bipartidista. Además, menciona que es un tema “humanitario, de derechos humanos, de dignidad”.

“Ambas naciones deben trabajar”

Davis-Mazlum agrega que “para todo el tema de una frontera segura tiene que ser un acuerdo binacional, en donde ambos países estén trabajando y también los gobernadores fronterizos de ambas partes”.

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Remarca que debemos “entender que el dinero de EU entra de forma clandestina a México y también las armas, si se quiere cambiar la dinámica de todo esto tiene que ser un acuerdo binacional. Se tiene que trabajar de forma conjunta para ir resolviendo esos temas, es como el Covid, que no veía si estaba en la frontera, no importaba, te podías enfermar o no.

Acerca de si México es un país para refugiados, dice que puede serlo, “pero tiene que haber un acuerdo entre EU y México en el que vean cómo llevar a cabo y cómo le van a hacer. Se tiene que ver un proceso de forma conjunta en el que México pueda canalizar a los migrantes”.

Destaca la propuesta de “ver dónde se necesitan” los indocumentados, en qué lugares “y por cuánto tiempo, pero son pláticas que ambos gobiernos tienen que llevar a cabo (...) bajo el T-MEC este tipo de discusiones se tienen que llevar a cabo, porque lo que se busca es un beneficio económico para ambos países y para la población”. Agrega que “ahí la comunidad empresarial de ambos países se debe involucrar, pero también la académica, tiene que ser algo integral e ir planeándolo a largo plazo”.

Acerca del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), menciona que “a lo mejor la Corte Suprema dice que el programa termina, pero tienen que definir qué es lo que van a hacer y se lo pasa al Poder Legislativo. Si DACA no pudiera continuar, la pérdida para EU sería de 40 a 60 billones por año, porque ya no pueden pagar impuestos, ya no podrían trabajar, dejarían de pagar hipotecas, rentas, de consumir, porque no tendrían un ingreso, entonces, eso generaría una pérdida”.

Para evitar eso, “comunidad empresarial y organizaciones debemos presionar a los legisladores y a la administración de Biden para que se haga algo antes de la elección de 2024”.

El director estatal de Arizona también menciona una iniciativa a favor de los dreamers en la entidad, un trabajo bipartidista y de varios grupos, para que estos jóvenes puedan seguir sus estudios. Detalla que ahora “los estudiantes pueden pagar colegiatura como residentes y el siguiente paso fue que empezamos a impulsar que tengan acceso a un fondo de becas”. Además, recuerda que “cada estado te da el certificado de que puede trabajar” ahí, “pero en Arizona no se les permite y por eso se terminan yendo a otro estado. Es otra de las cosas que vamos a hacer en Arizona”.

Patrocinar a migrantes

También resalta iniciativas de la ABIC para que se permita que los estados patrocinen a inmigrantes para satisfacer sus necesidades laborales. “Los estados podrían decidir cuántas visas se necesitan cada año para trabajos específicos, hasta un límite establecido por el Congreso, si alguna vez decide actuar sobre este tema crítico. Los senadores estadounidenses Bob Menendez y Dick Durbin apoyan la idea”, indica la propuesta.

Agrega que “falta mano de obra” y hay una iniciativa que permitiría a los indocumentados trabajar, para que luego puedan cambiar su estatus, “de permiso de trabajo a una residencia permanente”.

Otra propuesta es que “a través de los gobernadores y las ciudades, digan que ahí les faltan tantos trabajadores” de cierto sector, “entonces la administración de Biden tiene la facultad de dar permisos, caso por caso”.

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Sobre el fin del Título 42, agrega que “de acuerdo con las estadísticas ha ido bajando el número de refugiados y asilados, y es un tema de percepción”.

“Un tema humanitario” y para educar

Sobre la migración, indica que “es un tema más de procesos administrativos lo que se tiene que ir modificando, para que el migratorio no sea sólo político de campaña y creemos que los procesos se tienen que ir evaluando cada cinco años, porque los acontecimiento van cambiando.

Agrega que “hay mucha gente antiinmigrante por falta de información, por ignorancia, por no entender las cosas. Buscamos hacer una campaña de educación, cuáles son los beneficios de que los dreamers vayan a la escuela, cómo ayudan y el tema de inseguridad cómo va a disminuir”.

Detalla que por ejemplo, “en Texas se trabaja mucho con dreamers que terminaron su carrera y usan redes sociales para que también se vea que es un lado humano. Son temas de dignidad, de derechos.

“Al educar a la población se puede cambiar la percepcion, ese miedo antiinmigrante, va a cambiar. Creemos que se puede lograr esto de forma bipartidista, si se suma la comunidad empresarial, desde el pequeño, mediano y grande empresario”.

Remarca que la migración “al final es un tema humanitario y de dignidad, queremos que todo el mundo salga beneficiado (...) Lo que se busca hacer con una modificación en la Ley de Refugiados es que los procesos sean mucho más rápidos, que puedan entrar por puertos y no sólo entre puertos, que es cuando usan al coyote, y que arriesguen sus vidas, que lo puedan hacer de forma ordenada, y que después de cierto número de días tengan su permiso de trabajo. Que sea un tema de renovación automática si no les ha llegado”. Menciona que “cualquier refugiado que llegue a irse a otro país, su sueño es volver a su nación”.

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