Washington.— Dos consejeros económicos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendieron ayer la necesidad de una expedita reapertura económica, pese a que la pandemia sigue activa y se ha colado incluso en la Casa Blanca.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, reconoció que reactivar la economía supondría una amenaza para la salud de los estadounidenses, pero consideró que no habrá un riesgo considerable si se hace con cuidado. “Estamos hablando de un daño económico permanente para el pueblo estadounidense [si no se reabre]. Reanudaremos la actividad de una manera razonada”, argumentó a la cadena conservadora Fox.
Por ahora, 35 de los 50 estados de la Unión Americana ya han abierto playas, restaurantes y peluquerías; el resto sigue apostando por la prudencia.
A raíz de estos casos, tres miembros de primera línea de la unidad de crisis encargada de coordinar la lucha contra la Covid-19 entraron en cuarentena preventiva: el epidemiólogo Anthony Fauci, asesor de Trump; el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Robert Redfield, y el jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), Stephen Hahn.
Ayer, medios estadounidenses informaron, citando a colaboradores cercanos a Pence, que éste decidió autoaislarse “por precaución”. El político ha dado negativo en las pruebas para detectar el virus, pero el sábado no asistió a una reunión de seguridad nacional.
“Por un día o dos, tomará un poco de distancia”, aseveró un funcionario a NBC; sin embargo, Devin O’Malley, vocero del vicepresidente, dijo que éste no está en cuarentena y que planea estar en la Casa Blanca este lunes.
Larry Kudlow, consejero económico de Trump, defendió la voluntad presidencial de reabrir la economía para hacer frente a las “horribles cifras” de desempleo.
“¿Por qué no confiar en las empresas? Éstas saben, de su lado, que la gente debe ser protegida”, mencionó.