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Washington.— Michael Cohen, quien fuera abogado de Donald Trump y el hombre encargado de ocultar sus trapos sucios, fue condenado ayer a tres años de cárcel, a pesar de su colaboración con las investigaciones de la fiscalía y su arrepentimiento por haber hecho “acciones sucias” por encargo del que era su jefe. Entre ellas, el pago a dos mujeres para ocultar presuntas aventuras.
Cohen esperaba ayer la sentencia por todos los delitos de los que se había declarado culpable meses antes, incluyendo evasión fiscal, mentir al Congreso y, especialmente, haber violado las leyes de financiación de campañas electorales con la compra del silencio de la actriz porno Stormy Daniels (con 130 mil dólares) y de la ex modelo de Playboy Karen McDougal (con 150 mil dólares).
“Asumo toda la responsabilidad por cada acto de los que me he declarado culpable: los personales y los que involucran al presidente de Estados Unidos”, dijo Cohen al juez, sollozando. No dudó en poner la culpa en el magnate, caracterizándose como un personaje con debilidad “que se podría explicar por una lealtad ciega hacia Donald Trump”.
Ahora, el mismo hombre que una vez dijo que recibiría una bala por su ex jefe, deberá cumplir 36 meses de cárcel por haber sentido que “el deber era ocultar las acciones sucias” del ahora mandatario. Y no había mayor trapo sucio que esconder que el pago a las dos mujeres, sendas aventuras extramatrimoniales que amenazaban con salir a la luz en antes de las elecciones de 2016, y afectar el devenir de los comicios.
Es precisamente ese delito el que persigue ahora a Trump. La condena a Cohen pone al presidente en el centro del huracán, señalado como la persona que directamente incitó y ordenó al abogado a cometer esa violación en la financiación de campaña.
Cuando salieron a la luz los pagos, Trump negó saber nada sobre el tema. Con el paso de las semanas, sin embargo, dijo que eran “transacciones privadas” que no tenían que ver con violaciones federales. La fiscalía no cree lo mismo, y determinó que los pagos a las dos mujeres superan por mucho el límite de 2 mil 700 dólares de contribución a campañas que se pueden hacer bajo la ley actual.
La sentencia a Cohen es un nuevo hito en la investigación que lidera el fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, quien en su pesquisa por descubrir las posibles relaciones entre el Kremlin y Trump ha destapado cargos criminales que ya llevaron a sentenciar a cuatro aliados del presidente, desde su ex jefe de campaña Paul Manafort, hasta dos asesores electorales. Mueller está concentrado en la investigación del Rusiagate, proceso que sigue su camino y en el que Cohen ha prometido seguir colaborando como hasta ahora. El fiscal especial aseguró que el ex abogado de Trump ha dado información muy valiosa.
Los tres años de cárcel, que empezará a cumplir el 6 de marzo de 2019, son una carga sustancial, pero son una rebaja significativa frente a los cinco años a los que podría haber sido condenado. Además del tiempo en prisión, deberá pagar cerca de 2 millones de dólares en multas e incautaciones.
Trump no comentó en público nada sobre la sentencia, pero según la cadena CNN reiteró en privado lo que lleva diciendo desde que Cohen decidió colaborar con las investigaciones: que es “un mentiroso”.
El martes, en una entrevista con Reuters insistió en que los pagos a las mujeres no fueron de “una contribución de campaña”, por lo que no fue una violación criminal de leyes electorales, culpando en más de una ocasión de todo el embrollo a Cohen. “Es un abogado, se asumiría que sabía lo que estaba haciendo”, dijo el presidente.
En tanto, la fiscalía llegó a un acuerdo con el editor de la revista National Enquirer, David Pecker —viejo amigo de Trump—, para que confesara haber pagado dinero a McDougal para “matar y enterrar” su aventura sexual con el actual presidente, y que lo hizo en consonancia con parte del equipo de la campaña electoral.