El periodista mexicano Emilio Gutiérrez Soto , a quien se le negó el asilo a Estados Unidos y se encuentra detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ( ICE ) en una cárcel de El Paso ( Texas ), recibió ayer un pequeño salvavidas que podría servir para evitar su deportación y la de su hijo Óscar .
La Universidad de Michigan le premió con una pasantía Knight-Wallace para periodistas en mitad de su carrera y éxitos contrastados, un galardón que podría servir como prueba de la importancia del mexicano en la tarea periodística en la audiencia de apelación contra su orden de deportación .
Gutiérrez Soto llegó a Estados Unidos en 2008, tras escapar de México por recibir amenazas de muerte por sus informes sobre la corrupción, robo y extorsión de miembros del ejército mexicano en Chihuahua para El Diario del Noroeste. Instalado en Nuevo México se dedicó a vender comida para subsistir.
Tras años de audiencias judiciales para el proceso de asilo, fue detenido en diciembre de 2017 y encarcelado junto a su hijo, para iniciar el proceso de deportación.
Decenas de organizaciones por la libertad de prensa y medios de comunicación estadounidenses llevan desde entonces haciendo peticiones y actos por la libertad de Gutiérrez Soto, quien recibió el año pasado el prestigioso P remio de Libertad de Prensa John Aubuchon , otorgado por el National Press Club ( NPC ) de Washington.
Ayer, en la sede del NPC, se anunció la pasantía para el reportero, que sería válida para el curso 2018-2019 y que solo depende de que las autoridades le liberen. En ese caso, dedicaría los 8 meses del periodo escolar a estudiar temas relacionados con la libertad de prensa en el mundo y la seguridad de los periodistas .
“No queremos provocar, solo ofrecer un camino para una solución razonable”, dijo Lynette Clemetson, directora de las pasantías Knight-Wallace. “Sus logros, experiencia y compromiso aseguran que va a contribuir mucho al programa, y es nuestra esperanza que los oficiales de migración le van a liberar para que pueda aceptar este honor tan especial”, añadió, confiada de que el premio puede abrir una puerta a que se solucione el caso.
Desde que inició su odisea para conseguir estadía legal en Estados Unidos, Gutiérrez Soto tiene claro que “no quiere volver a México” porque teme por su vida.
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