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Washington.— Como si de un desastre natural se tratara, la organización de asistencia humanitaria World Central Kitchen, del chef español José Andrés, entregó ayer en pleno corazón de Washington sándwiches y sopa a decenas de empleados federales y sus familias afectados por el cierre parcial de la administración estadounidense, que ayer cumplió su día 26.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió al presidente Donald Trump reagendar el discurso anual sobre el Estado de la Unión, programado para el 29 de enero, hasta que el gobierno reabra, señalando que el Servicio Secreto, encargado de la seguridad del evento, no ha recibido financiación durante el impasse.
El cierre de gobierno fue provocado por la falta de acuerdo en el Congreso sobre una parte del presupuesto. El presidente exige se avalen recursos para un muro en la frontera sur, pero los demócratas se niegan a ello.
World Central Kitchen, que brindó comida en Haití a los damnificados por el terremoto de 2010 y en Puerto Rico a los afectados por el huracán María en 2017, atendió ayer a hombres y mujeres que debido al cierre parcial de la administración estadounidense siguen sin recibir su pago.
En traje de oficina, con uniformes de la Policía de Parques Naturales o de alguna otra entidad federal, contratistas y empleados se sumaron poco a poco a una fila que paulatinamente empezó a crecer hasta cruzar la esquina del 701 en la tradicional avenida Pennsylvania de Washington.
“Necesitamos ayuda”, dijo a la agencia EFE Sam Bradley, empleada que se quejó de que la parálisis parcial esté teniendo un impacto humano.
En un video en Twitter, el chef José Andrés explicó que esta actividad es un “llamado a la acción” para republicanos y demócratas y para la Casa Blanca, y los invitó a acercarse al sitio donde se está sirviendo la comida para que vean los rostros de los funcionarios y sus necesidades.