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Christopher Bowen
, un chico de 10 años de Texas, pasó gran parte de su vida en hospitales . Para ser exactos: 323 veces en consultas médicas y 13 veces en el quirófano , siendo sometido a cirugías entre 2009 y 2016 que no necesitaba.
Según los Servicios de Protección al Menor, su madre Kaylene Bowen-Wright lo torturó con tratamientos invasivos e innecesarios de salud.
Bowen-Wright llevaba al menor en silla de ruedas y con un tubo de oxígeno por Dallas y Houston, algo que la llevó a pelearse con el padre, Ryan Crawford. Este habló con el Star-Telegram y declaró: “Siempre estaba diciendo que Christopher estaba enfermo. Todas las semanas. Todos los meses. Siempre decía 'algo anda mal, tiene esto o aquello'”.
La mujer incluso llegó a decir que el niño tenía cáncer, desordenes genéticos y convulsiones. Estas supuestas enfermedades fueron excusas para realizar eventos y recaudar fondos. En 2014 ganó 30 mil dólares en un rally de bicicletas.
En 2017, varios hospitales sumaron información sobre el caso, despertando sospechas. Eso hizo que Child Protective Services le sacara la custodia de Christopher y sus dos hermanos. El juicio terminó recién el viernes pasado, cuando Bowen-Wright fue condenada a seis años de prisión luego de haberse declarado culpable por haber lastimado al menor, según publicó NBC Dallas Fort-Worth.
Aunque algunos dicen que se trata de un caso de síndrome de Münchhausen, un trastorno mental caracterizado por los padecimientos a consecuencia de crear dolencias para asumir el papel de enfermo, todavía hay dudas de que se trate de una enfermedad psiquiátrica o de un caso de abuso.
lsm