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Jerusalén.— Israel destruyó ayer viviendas palestinas que considera ilegales en el sur de Jerusalén, cerca de la barrera de separación que separa la Ciudad Santa de Cisjordania ocupada, una operación denunciada por Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y la Autoridad Palestina.
Decenas de militares y policías israelíes rodearon al menos cuatro edificios en Sur Baher, barrio entre Jerusalén y Cisjordania, territorio que Israel ocupó en 1967 y anexó.
Los residentes fueron desalojados y los periodistas tuvieron que alejarse antes de que una excavadora empezara la demolición.
“¡Quiero morir aquí!”, gritó un hombre, tras ser desalojado a la fuerza. “Cuando la casa quede destruida estaremos en la calle”, dijo a la AFP Ismail Abadiyeh, de 42 años, quien vive con sus cuatro hijos en un edificio amenazado.
Israel afirma que los edificios se construyeron muy cerca de la barrera de separación que comenzó a levantar en 2002, en la segunda Intifada (levantamiento palestino), para protegerse de ataques provenientes de Cisjordania ocupada.
La decisión israelí afectaria unos 10 edificios, la mayoría aún en construcción, y a unas 350 personas, según la ONU.
Mahmud Abbas, presidente palestino, condenó las demoliciones como “una peligrosa escalada contra el pueblo palestino indefenso”.
“La política de Israel de destruir propiedades palestinas no es compatible con sus obligaciones con el derecho humanitario internacional”, señaló ayer la ONU.
Unos 20 diplomáticos de 20 países, mayoritariamente europeos, acudieron el 16 de julio a este barrio de Jerusalén, adonde varios responsables palestinos los llamaron para impedir la demolición.
La UE (UE) instó a Israel a “detener inmediatamente las demoliciones en curso”, pues esta política “debilita la viabilidad de la solución con dos Estados”.