San José.— La cúpula del régimen comunista de Cuba festejará mañana el 61 aniversario de su revolución con un “quei”, término popularizado entre los cubanos como referencia fonética al “cake” (pastel, en inglés).
Pero más que jolgorio, para millones de cubanos sólo habrá la misma y añeja receta política de escasez, en una rutina cotidiana de que, como “no es fácil”, hay que estar “en la lucha” para intentar... “resolver”. El desabastecimiento generalizado de bienes básicos se agudizó en 2019 y se agravará en 2020.
“El triunfo de enero [de 1959] significó el ‘retorno a la alborada’. Sin embargo, en plena euforia general, a su llegada a La Habana, Fidel [Castro] planteó que lo más difícil estaba por llegar”, recordó la escritora francesa-cubana Graziella Pogolotti, en un artículo que se publicó el domingo anterior en los principales medios escritos del régimen comunista de Cuba y en el que volvió a defender, sin titubear, a la revolución.
“En efecto, el imperio [Estados Unidos] no ha dado tregua. Auspició el terrorismo, preparó la invasión de Girón [ en abril de 1961], alentó las bandas armadas. Estuvimos al borde del holocausto nuclear [en octubre de 1962]. El cerco económico no ha cesado hasta alcanzar las dimensiones que hoy conocemos”, describió.
“A pesar de todo, se electrificó el país. La comunicación social se extendió a toda la isla. Se produjo un salto gigantesco en el campo de la educación.
“Los hijos de campesinos se hicieron artistas, médicos y creadores en el terreno de la ciencia”, narró. “No ha sido fácil”, aclaró.
Pero del otro lado del espectro político de un país en el que sólo está permitida la existencia del Partido Comunista de Cuba (PCC), como único y monopólico rector de la sociedad y factor todopoderoso de control y mando, los disidentes anticomunistas rechazaron los alegatos de los intelectuales oficialistas.
“Al cumplirse 61 años de la mal llamada revolución, en Cuba hay mucha hambre y miseria. Muchas personas no tienen para comer. La represión [política] contra el pueblo cubano ha recrudecido”, aseguró la disidente cubana Berta Soler, principal dirigente de Las Damas de Blanco, grupo opositor que funciona en la ilegalidad y la semiclandestinidad, creado en 2003 por familiares de prisioneros políticos.
“La miseria en Cuba cada día va a ser peor en 2020: lo que nos espera al pueblo de Cuba es más hambre, más necesidades, más represión y sin derechos”, narró Soler en una entrevista telefónica con EL UNIVERSAL.
Al preguntársele sobre su esperanza de cambio, contestó: “¿De cambio de régimen? En el pueblo cubano tenemos que perder el miedo, tirarnos a las calles y decir: ‘No más a este régimen totalitario, dictador’”.
Desabasto
Cuba llegará en un escenario para 2020 en el que sufre una de las más graves crisis de desabasto del siglo XXI, en un fenómeno que el PCC atribuye a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de endurecer el embargo económico total de Washington (1962 )a La Habana y parcial (1960).
La Casa Blanca argumentó que en Cuba no hay democracia ni elecciones libres y que es una dictadura que se instaló desde que las tropas guerrilleras encabezadas por Fidel Castro, fallecido en 2016 con 90 años, tomaron el poder el primero de enero de 1959 e iniciaron victoriosas el camino de una revolución que marcó a otras generaciones en América y al resto del mundo.