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Nueva York.— Por trigésima ocasión, Cuba logró un respaldo moral abrumador en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), que ayer aprobó nuevamente una resolución para exigir el fin del embargo estadounidense, en una votación tan contundente diplomáticamente como falta de consecuencias efectivas.
La votación, con 185 votos a favor, dos en contra (de Estados Unidos e Israel) y dos abstenciones (Brasil y Ucrania), se produjo en un momento en el que ambos países han intensificado sus relaciones y en el que la migración de la isla al vecino norteamericano ha tocado máximos históricos.
La noticia, esperada con ansia por La Habana, estuvo precedida por una intensa campaña en los medios oficiales “Mejor sin bloqueo”, en la que se subrayan los efectos de las sanciones en la vida diaria de los cubanos. Según el gobierno cubano, en los primeros 14 meses de la administración del demócrata Joe Biden, las afectaciones económicas ascendieron a los 6 mil 364 millones de dólares. Las sanciones llevan seis décadas en pie y Cuba lleva presentando con éxito esta resolución desde 1992.
Durante su discurso en la Asamblea General, el canciller Bruno Rodríguez, acusó a Biden de mantener la “política inhumana de máxima presión” adoptada por su predecesor, el republicano Donald Trump. “No atribuimos al bloqueo todas las dificultades que enfrenta hoy nuestro país, pero faltaría a la verdad quien niegue sus gravísimos efectos y no reconozca que es la causa principal de las privaciones, carencias y sufrimientos de las familias cubanas”, aseguró, tras alertar de que “crea las condiciones que alientan la inmigración ilegal”.
Solidaridad
El gobierno cubano recibió la votación como un triunfo. La subdirectora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Johana Tablada, declaró a EFE que es “una victoria para el pueblo cubano y es una mano extendida de solidaridad y es también una gota nueva de aliento para seguir la lucha”.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, publicó un video en Twitter celebrando la resolución en una reunión con autoridades en Pinar del Río (occidente).
Pese a que es la trigésima vez que La Habana consigue una victoria en la ONU, en la práctica no se espera que cambie nada, como ha venido ocurriendo desde 1992, primer año que Cuba presentó una resolución para exigir el fin de las represalias estadounidenses.
Medida “medieval”
Previo a la votación, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, criticó el bloqueo. “Yo creo que es una infamia lo que se ha venido haciendo en contra de Cuba con el bloqueo del gobierno de Estados Unidos, es una medida retrógrada, medieval, inhumana, porque no es posible que se aísle aún más a un país como Cuba”, expuso.
La única vez que EU se abstuvo de votar en contra fue en 2016, en el gobierno de Barack Obama.
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