Estados Unidos ha renovado sus amenazas de una acción militar en Venezuela, de forma aún más explícita que su repetida advertencia de que "todas las opciones están sobre la mesa" para ese país.
Con el presidente venezolano Nicolás Maduro aún en el poder, un día después que sus opositores llamaran a una rebelión para derrocarlo, Washington abordó la crisis en el país sudamericano como tema prioritario este miércoles.
Si bien insisten en que prefieren que Maduro deje el poder en una transición pacífica, altos cargos del gobierno de Donald Trump hablaron sin ambages sobre la posibilidad de intervenir militarmente en Venezuela.
"La acción militar es posible. Si eso es lo que se necesita, eso es lo que Estados Unidos hará", dijo el secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, a la cadena Fox Business.
Agregó que "el presidente (Trump) finalmente tendrá que tomar esa decisión, está preparado para hacerlo si eso es lo que se requiere".
El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo por su lado que los militares deben estar "listos para ir" a Venezuela si fuera necesario.
El Pentágono negó que tuviera órdenes para una acción militar en ese país, pero el secretario interino de Defensa de EU, Patrick Shanahan, canceló este miércoles un viaje a Europa para "coordinar efectivamente" con los equipos de Bolton y Pompeo sobre Venezuela y la frontera con México, según un portavoz.
"Hemos hecho una planificación exhaustiva (sobre Venezuela), así que no hay una situación o escenario para el cual no tengamos una contingencia", dijo Shanahan en una audiencia en el Congreso.
Entonces, ¿significa todo esto que Washington está más cerca de enviar tropas a Venezuela?
No necesariamente, afirman expertos.
Lo que Estados Unidos busca es convencer a los militares venezolanos para que apoyen al líder opositor Juan Guaidó, explica Alan McPherson, profesor de historia y director del Centro de Estudios de Fuerza y Diplomacia en la Universidad de Temple, Filadelfia.
"Parece que no funcionó ayer, pero creo que el Departamento de Estado está poniendo un lenguaje más firme en sus advertencias e intenta presionar a más personas", dice McPherson a BBC Mundo.
A su entender, el Pentágono es reacio a una intervención militar en Venezuela, pero la llevaría a cabo si Trump la ordena pese a los problemas políticos que eso causaría con sus aliados en América Latina, que la verían como ilegal.
De hecho, el militar de mayor rango de EU, general Joseph Dunford, sostuvo que el Pentágono está concentrado en recabar información de inteligencia sobre Venezuela.
"Es muy, muy importante que trabajemos con otros en la región para resolver este problema", advirtió Dunford en el Congreso.
Según el diario Washington Post, el tema ha provocado fricciones entre el Pentágono y el equipo del consejero de Seguridad de John Bolton. Según el diario, la semana pasada el general Paul Selva, el segundo militar de mayor rango en el país, se enfureció con asesores de Bolton que lo presionaban para que presentara opciones militares para Venezuela.
EU ha buscado debilitar a Maduro con sanciones económicas y una coalición de medio centenar de países —incluidos varios latinoamericanos— que reconocen a Guaidó como líder legítimo de Venezuela y califican a Maduro de dictador.
Washington también ha pedido a los militares venezolanos que apoyen a Guaidó o enfrenten posibles consecuencias.
Pero Maduro se mantiene en el poder en medio de una gigantesca crisis política y económica, con el apoyo de los mandos de las Fuerzas Armadas venezolanas, así como de Rusia y China que tienen acuerdos con su gobierno.
Esto parece frustrar a EU que, según analistas, cuanto más agita la posibilidad de una acción militar en Venezuela, más riesgos asume de dividir la coalición regional que apoya a Guaidó.
Así cobran relevancia los comentarios públicos del Pentágono que parecen enfriar la posibilidad de una intervención unilateral inminente en Venezuela.
Las propias declaraciones de Pompeo o Bolton contienen términos "vagos" sobre cuándo o cómo se decidiría esa acción, señala McPherson.
"No creo que estén mintiendo", dice "sino que están enviando una advertencia de que se acercan a esa decisión".
Washington también parece estar lanzando advertencias más firmes a Rusia sobre Venezuela, señalan expertos.
EU tomó como un desafío directo a su influencia en la región el envío de aviones militares rusos a Caracas en marzo, en plena crisis entre Maduro y la oposición.
Pompeo aseguró el martes que Maduro estaba preparado para abandonar Venezuela, pero desistió de hacerlo a pedido de Rusia, que ha rechazado esta versión.
Este mismo miércoles, Pompeo telefoneó al canciller ruso, Sergey Lavrov, y le dijo que "la intervención de Rusia y Cuba es desestabilizadora para Venezuela y para la relación bilateral EU-Rusia", informó un portavoz del Departamento de Estado.
Pero la cancillería rusa emitió un comunicado en el que aseguró que "la interferencia de Washington en los asuntos internos de un estado soberano, la amenaza contra su liderazgo es una grave violación del derecho internacional".
"Se indicó que la continuación de estos pasos agresivos estaría cargada con las consecuencias más serias", agregó el texto ruso.
Kimberly Marten, una profesora del Barnard College de la Universidad de Columbia, en Nueva York, experta en seguridad internacional y Rusia, cree que tanto Washington como Moscú buscan marcar posiciones en Venezuela.
"El peligro es que esto pueda llegar a un punto en el que EU deba ceder o iniciar operaciones militares. Eso sería una tragedia", señala Marten a BBC Mundo.
"Podemos esperar que ambas partes intenten, en cambio, utilizar este posicionamiento simplemente para plantear sus reclamos hacia una resolución pacífica", agrega, "y que prevalezcan cabezas más frías".
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