Washington.- Muchos estadounidenses celebraban este lunes el Juneteenth, que marca el día de 1865 cuando las últimas personas esclavizadas en Estados Unidos se enteraron de que eran libres.
Durante generaciones, los afroestadounidenses han reconocido con alegría el final de uno de los capítulos más oscuros de la historia de Estados Unidos con desfiles, festivales callejeros, actuaciones musicales o comidas al aire libre.
Pero fue hasta 2021 que el presidente Joe Biden firmó un proyecto de ley aprobado por el Congreso para designar el 19 de junio como feriado federal.
Y así como muchas personas aprenden de qué se trata el Juneteenth, las tradiciones festivas enfrentan nuevas presiones: retórica política que condena los esfuerzos por enseñar a los estadounidenses sobre la historia racial de la nación, empresas que utilizan la festividad como un evento de marketing, personas que festejan sin entender por qué.
Aquí hay un vistazo a los orígenes del Juneteenth, cómo se convirtió en un feriado federal y más sobre su historia.
Las celebraciones comenzaron con personas esclavizadas en Galveston, Texas. Aunque la Proclamación de Emancipación del presidente Abraham Lincoln liberó a los esclavos en 1863, no pudo aplicarse en muchos lugares del sur hasta que terminó la Guerra Civil en 1865. Incluso entonces, algunos blancos que se habían beneficiado del trabajo no remunerado de los esclavos se mostraron reacios a compartir la noticia.
Laura Smalley, liberada de una plantación cerca de Bellville, Texas, recordó en una entrevista de 1941 que el hombre al que se refería como “viejo amo” llegó a casa después de luchar en la Guerra Civil y no le dijo a la gente que esclavizaba lo que había sucedido.
“El viejo amo no dijo que ya eran libres”, dijo Smalley. “Creo que ahora dicen que los trabajaron seis meses después de eso. Seis meses. Y los liberaron el 19 de junio. Por eso celebramos ese día”.
La noticia de que la guerra había terminado y de que eran libres finalmente llegó a Galveston cuando el mayor general del Ejército de la Unión, Gordon Granger, y sus tropas llegaron a la ciudad de la costa del Golfo el 19 de junio de 1865, más de dos meses después de que el general confederado Robert E. Lee se rindiera al general del Ejército de la Unión, Ulysses S. Grant en Virginia.
Granger entregó la Orden General No. 3, que decía: “Se informa al pueblo de Texas que, de acuerdo con una proclamación del Ejecutivo de Estados Unidos, todos los esclavos son libres. Esto implica una igualdad absoluta de derechos personales y derechos de propiedad entre los antiguos amos y los esclavos, y la conexión existente hasta ahora entre ellos se convierte en la que existe entre el patrón y el trabajo asalariado”.
La esclavitud fue abolida permanentemente seis meses después, cuando Georgia ratificó la 13ª Enmienda constitucional. Y al año siguiente, la gente ahora libre de Galveston comenzó a celebrar el Juneteenth, una conmemoración que sigue y se ha extendido por todo el mundo. Los eventos incluyen conciertos, desfiles y lecturas de la Proclamación de Emancipación.
Es una mezcla de las palabras June y nineteenth (junio y diecinueve). La festividad también se ha llamado Juneteenth Día de la Independencia, Día de la Libertad, Segundo Día de la Independencia y Día de la Emancipación.
Comenzó con picnics y discursos en la iglesia, y se extendió a medida que los tejanos negros se mudaban a otros lugares.
La mayoría de los estados del país ahora realizan celebraciones en honor al Juneteenth como feriado o día de reconocimiento, como el Día de la Bandera. Juneteenth es un feriado pagado para los empleados estatales en Texas, Nueva York, Virginia, Washington y Nevada. Cientos de empresas dan el día libre a los trabajadores.
A Opal Lee, maestra jubilada y activista, se le atribuye en gran parte el mérito de reunir a otros en una campaña para hacer del Juneteenth un feriado federal. La mujer de 96 años tenía vívidos recuerdos de la celebración del Juneteenth en el este de Texas cuando era niña con música, comida y juegos. En 2016, la “viejita con tenis” caminó por su ciudad natal de Fort Worth, Texas, y luego por otras ciudades antes de llegar a Washington, D.C. Pronto, celebridades y políticos le brindaron su apoyo.
Lee fue una de las personas que estuvo junto a Biden cuando promulgó la ley Juneteenth.
La agitación nacional sobre racismo provocada por la muerte de George Floyd a manos de policías en 2020 ayudó a preparar el escenario para que el Juneteenth se convirtiera en el primer nuevo feriado federal desde 1983, cuando se creó el Día de Martin Luther King Jr.
El proyecto de ley fue patrocinado por el senador Edward Markey, demócrata de Massachusetts, y tuvo 60 copatrocinadores, una muestra de apoyo bipartidista.
Ahora hay un movimiento para usar el feriado como una oportunidad para el activismo y la educación, con proyectos de servicio comunitario destinados a abordar las disparidades raciales y paneles educativos sobre temas como las desigualdades en la atención médica y la necesidad de parques y espacios verdes.
Como la mayoría de las festividades, el Juneteenth también ha visto una buena cantidad de comercialismo. Tiendas minoristas, museos y otros lugares lo han capitalizado vendiendo camisetas, artículos para fiestas y helados con el tema del Juneteenth. Parte del marketing ha fallado, provocando una reacción violenta en las redes sociales.
Los partidarios del día festivo también han trabajado para asegurarse de que no se olvide por qué hay que celebrar este día.
“En 1776, el país se liberó de los británicos, pero no todas las personas eran libres”, dijo en 2019 Dee Evans, directora nacional de comunicaciones de la National Juneteenth Observance Foundation. “El 19 de junio de 1865 fue en realidad cuando la gente y todo el país fue realmente libre”.
También existe el sentimiento de usar el día para recordar los sacrificios que se hicieron por la libertad en Estados Unidos, especialmente en estos días cargados de racismo y política.
Para LaNell Agboga, coordinadora del sitio del museo en el Centro Cultural y de Genealogía del Museo George Washington Carver en Austin, Texas, dice: “Nuestras libertades son frágiles y no se necesita mucho para que las cosas retrocedan”.
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