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Bruselas.— La pandemia por Covid-19 no evitó que la frontera entre México y Estados Unidos siguiera sumando muertes de migrantes en busca de mejores condiciones de vida.
El Centro de Análisis de Datos de Migración Global de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registra el fallecimiento de por lo menos 460 personas en su intento por cruzar de manera irregular la frontera norte en 2020.
“No todos los condados de Estados Unidos han dado a conocer sus cifras, por lo que es probable que aumente”, explica a este diario Julia Black, coordinadora del Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM.
Los datos del brazo especializado en recopilación y análisis de datos sobre migraciones muestran un descenso de los fallecimientos registrados por la Patrulla Fronteriza estadounidense y organizaciones no gubernamentales en comparación a 2019, cuando se contabilizaron 520.
Sin embargo, las muertes de migrantes reportadas en plena crisis sanitaria fueron superiores a cualquier cifra registrada desde el primer informe sobre migrantes en 2015; en 2018 el sueño americano se cobró 442 vidas.
A diferencia de años previos, el número de personas detenidas en situación irregular en la frontera estadounidense descendió. En 2019 las autoridades realizaron 546 mil 392 aprehensiones, casi la mitad del número registrado durante el tercer año de gobierno del presidente Donald Trump, 922 mil 914 en 2019. “Las muertes registradas en 2020 son menores en comparación con 2019, pero casi las mismas que en 2018 y más que en años anteriores”, detalla la investigadora.
“Teniendo en cuenta que el número de detenciones fronterizas fue mucho menor en 2020 en comparación con 2019, y que todavía no hemos recibido datos de todas las regiones en la frontera entre Estados Unidos y México, esto (...) indica que este cruce fronterizo fue más mortal que el año anterior”, añade.
Climas extremos causaron muchas de las muertes y al menos 95 personas se ahogaron en el Río Grande o canales fluviales ubicados en la frontera.
Prácticamente la mitad de los restos de los migrantes recuperados durante ese año se degradaron drásticamente debido al calor y la exposición a temperaturas extremas, lo que impidió identificar a la víctima y la causa de su muerte. De aquellos cuyos restos pudieron ser identificados, más de la mitad eran hombres y al menos 97 originarios de México, 21 de Guatemala, 13 de Honduras, 10 de Ecuador y seis cubanos.
Respecto a la frontera con Guatemala, en donde la Guardia Nacional mexicana recibió la encomienda de frenar el paso de indocumentados por presiones ejercidas por la administración de Trump, los datos proporcionados por los Grupos del Instituto Nacional de Migración dedicados a la protección de los migrantes, Grupos Beta, contabilizan hasta ahora 14 muertes en Chiapas y Tabasco.
Entre las víctimas está el hondureño Melvin Adalí Núñez de 33 años de edad muerto a machetazos, y el salvadoreño Luis Alberto N. de 38 años de edad, de oficio pescador y asesinado de un balazo.
“Debemos tomar en consideración que los datos sobre muertes de migrantes son escasos en la mayoría de las partes del mundo, por lo que es probable que esto no sea un recuento del número real”, indica Black.
Sin parar
Para los especialistas de la OIM, resulta equivocado pensar que las caravanas y los flujos migratorios desde Centroamérica hacia Estados Unidos podrían “reiniciar” con la llegada de la administración del presidente demócrata Joe Biden, o conforme se controle la pandemia.
Afirman que “la migración hacia América del Norte nunca se ha detenido”, como lo exhiben el número de detenciones por la Patrulla Fronteriza, casi comparables a 2018 y años anteriores.
El Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM tiene su sede en Berlín y desde finales de 2013 rastrea la tragedia entrono a la migración en el Mediterráneo, Europa, Medio Oriente, Asia, África y América.
Sus estadísticas no incluyen aquellas muertes que tienen lugar en centros de detención o casos asociados a personas en situación irregular que se encuentran bajo explotación.
Los datos en territorio estadounidense se recopilan con base en reportes médicos forenses y documentos publicados por los alguaciles de los condados fronterizos, mientas que del lado mexicano las fuentes son medios de comunicación locales. En lo que va del año, se sabe de 32 muertes en la frontera sur de Estados Unidos, la segunda región más letal del mundo después del Mediterráneo que suma 117.