Petrinja, Croacia.— Un terremoto sacudió el centro de Croacia, destruyendo inmuebles, arrojando escombros por las calles y causando pánico en esta ciudad, ubicada a 46 kilómetros al sureste de Zagreb. Las autoridades dijeron que al menos siete personas fallecieron, resultado de la caída de techos, y que hay decenas de heridos.
El Centro Sismológico Europeo del Mediterráneo calculó la magnitud del sismo en 6.3, que causó daños generalizados en Petrinja. Varias réplicas se sintieron todavía ayer. La misma zona ya había registrado un temblor de 5.2 el lunes. Cerca de 20 personas fueron hospitalizadas, incluidas dos en estado crítico, informó el canal regional N1.
Una niña, encontrada muerta entre los escombros, es una de las personas fallecidas que ha conmocionado a la localidad, según el primer ministro, Andrej Plenkovic. Los medios locales informaron que tenía 12 años. Otras cinco personas más fallecieron en la localidad vecina de Glina, informó la prensa croata, citando fuentes oficiales.
Poco después se confirmó la muerte del organista de la iglesia de Zazine, cerca de Sisak, que resultó derribada.
Justo cuando el alcalde de Petrinja, Darinko Dumbovic, estaba hablando, en una entrevista al aire libre a la televisión regional N1, sobre el sismo de 5.2 ocurrido ayer en la misma ciudad, se produjo el nuevo terremoto.
A raíz del movimiento telúrico, la electricidad se cortó y, después de anochecer, el centro todavía estaba a oscuras. En la plaza principal, varios edificios quedaron destruidos; mientras, la policía y el ejército se apresuraron a despejar los escombros con retroexcavadoras.
“No es seguro aquí, está claro como el día”, dijo antes Plenkovic en el lugar, y explicó que las autoridades iban a instalar contenedores para albergar a las personas cuyas casas estaban en riesgo, y que el ejército ya tenía 500 preparados.
De hecho, se podían escuchar gritos entre los escombros de las casas destruidas en Petrinja. Una mujer fue encontrada con vida cuatro horas después del terremoto. Los equipos de emergencia utilizaron perros de rescate mientras buscaban sobrevivientes, mientras que los miembros de la familia miraban desesperados.
Temiendo otro sismo, residentes como Vesna, un jubilado de 70 años, se preparaban a pasar la noche en su automóvil. “Mis nietas ya están allí. Tenemos miedo de irnos a casa”, dijo a la agencia AFP. Los jubilados se reunieron en un parque, envueltos en mantas, y tenían miedo de irse a casa.
“Todos los azulejos del baño están rotos, todos los platos están en el piso”, comentó Marica Pavlovic, trabajadora de 72 años. “Aunque quisiéramos irnos a casa, no podríamos, no hay luz”.
La residente Marica Pavlovic dijo que el terremoto se sintió “peor que una guerra”.
“Fue horrible, como un shock, no sabíamos qué hacer, si salir corriendo o escondernos en algún lugar”, dijo a The Associated Press.
Por su parte, Dumbovic aseveró que aún se estaban evaluando los daños y añadió: “La ciudad no es más que un campo de ruinas. Es el pánico general (...) Tenemos niños muertos”, agregó Dumbovic en un comunicado transmitido por HRT TV: “Esto es como Hiroshima: la mitad de la ciudad no existe (...) Necesitamos ayuda”.
“Estamos salvando gente, estamos salvando vidas. Tenemos muertos, desaparecidos, heridos (...) es una catástrofe”, dijo al igual el primer ministro.
El ministro de Salud, Vili Beros, aseguró que los pacientes con Covid-19 y otros internados en el hospital siquiátrico serán trasladados a otras ciudades para dejar lugar a las víctimas del sismo.
“Quedaron destruidas las unidades de enfermedades internas, cuidados intensivos, cirugía, ginecología”, declaró a la televisión pública HRT el director del hospital de Sisak, Tomislav Dujmenovic, tras resaltar que fue “pura suerte” que no hubiera muertos.
Con mil 113 contagios por cada 100mil habitantes en los últimos 14 días, Croacia es el país con la mayor incidencia de Covid-19 en la Unión Europea (UE), y está en segundo lugar por la de muertos (27 por 100 mil habitantes), según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades.