Altos del Golán.— El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, realizó ayer una visita sin precedente a una colonia israelí de Cisjordania y al Golán ocupado, un testimonio del apoyo que el gobierno de Donald Trump ha dado a Israel durante cuatro años.
Por primera vez un secretario de Estado visitó un asentamiento israelí en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967. Pompeo visitó un viñedo en Psagot, entre Jerusalén y la ciudad palestina de Ramala, escoltado por un importante dispositivo militar. La bodega vende la mayoría de su producción en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos y Europa y tiene un vino al que dio el nombre de Pompeo, para agradecer al responsable estadounidense su apoyo a los asentamientos israelíes.
“Las viñas de los viñedos israelíes en este lugar cuentan una historia de 2 mil años, la de la relación de un pueblo y su tierra”, indicó el equipo de Pompeo, tras esta visita, que fue condenada por el gobierno palestino por “ignorar del manera flagrante el derecho internacional”.
Desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, Estados Unidos ha mostrado un apoyo sin fisuras a Israel: ha reconocido Jerusalén como capital y también la soberanía israelí en el Golán, arrebatado a Siria en la guerra de 1967 y anexado en 1981.
A bordo de un helicóptero Blackhawk, y acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gabi Ashkenazi, Pompeo se dirigió a la meseta.
“No puedes llegar aquí, contemplar lo que hay del otro lado de la frontera y negar la parte esencial de lo que el presidente Trump reconoció: esto es parte de Israel”, dijo Pompeo. “La visita de Pompeo es una medida provocadora antes del fin de la presidencia de Trump, y una violación flagrante de la soberanía de la República Árabe Siria”, reaccionó el gobierno de Al-Assad.
En marzo de 2019, EU se convirtió en el primer país del mundo en reconocer la soberanía israelí sobre este territorio estratégico, situado en la frontera con Líbano y Siria. La decisión mereció las críticas de varios países y la ONU aseguró que el estatus del Golán, como zona ocupada, seguiría siendo el mismo.
Durante el gobierno de Netanyahu y el mandato de Trump, la colonización de Cisjordania y Jerusalén-Este, parte palestina de la ciudad ocupada y anexada por Israel, han registrado enormes avances. En este momento, más de 450 mil israelíes residen en estos asentamientos de Cisjordania, territorio en el que viven 2.8 millones de palestinos. A ellos se suman unos 200 mil israelíes de asentamientos en la parte oriental de Jerusalén. En noviembre de 2019, Pompeo ya había afirmado que estos asentamientos no eran ilegales, pese a que el derecho internacional no los reconoce. Este jueves, Pompeo anunció que Estados Unidos etiquetará las exportaciones de las colonias de Cisjordania con la mención “Made in Israel”. Estas decisiones “no legitimarán las colonias israelíes, que desaparecerán tarde o temprano”, afirmó el portavoz del presidente palestino Mahmoud Abbas, Nabil Abu Rudeina.
En 2019, la justicia europea declaró que los productos, sobre todo alimentos, procedentes de los territorios ocupados por Israel que entren en la Unión Europea (UE) no pueden llevar una etiqueta que diga “Hecho en Israel” y debían explicar que procedían de una colonia.
Pompeo anunció que EU considerará “antisemita” al movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones). BDS es una campaña internacional de boicot económico, cultural o científico contra Israel que desea forzar el fin de la ocupación y de la colonización de los territorios palestinos.