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Bruselas.— La pandemia por coronavirus no ha apagado las movilizaciones de protesta en México, por el contario, se han exacerbado por la “lenta” y “tibia” respuesta del gobierno federal a la crisis de coronavirus, de acuerdo con una investigación del Armed Conflict Location & Event Data Project (ACLED).
Las protestas en plena pandemia van desde trabajadores de enfermería que denuncian falta de insumos en los hospitales, hasta transportistas que exigen ayuda económica al gobierno y vendedores ambulantes que defienden su derecho a salir a la calle.
“El presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno han sido criticados por la lenta y tibia respuesta central al coronavirus”, indica el análisis elaborado por Adam Miller, investigador del ACLED. “La lenta intervención central ha provocado protestas por parte de trabajadores de la salud demandando políticas gubernamentales más estrictas y acceso a equipo de protección médico. A medida que continúa la pandemia, las manifestaciones han aumentado”.
El ACLED es una organización especializada en el mapeo de patrones de inestabilidad social y opera con financiamiento, entre otros, de instancias como el Ministerio de Exteriores de Holanda, el gobierno de Alemania y el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Desde el inicio de la emergencia global sanitaria por el coronavirus, ha realizado un seguimiento puntual de los diversos acontecimientos desestabilizadores en el contexto de la crisis por el Covid-19.
Entre el 17 de marzo, fecha en que comenzaron a implementarse las medidas de confinamiento en la mayoría de los países europeos, y el 2 de mayo, la organización registra 391 manifestaciones relacionadas con la enfermedad en México.
Alrededor de 33% de las protestas han involucrado a personal de la salud, de acuerdo con los datos proporcionados a EL UNIVERSAL.
Está el caso del plantón realizado el 16 de abril por un grupo de enfermeras y médicos del Hospital General Balbuena, Alcaldía Venustiano Carranza, por falta de insumos y equipo de protección.
El 48% de las manifestaciones estarían asociadas a trabajadores inconformes por las medidas de confinamiento y la falta de apoyo gubernamental. El 24 de abril, a las puertas de la presidencia municipal de Dolores Hidalgo, Guanajuato, el gremio de los músicos de la localidad se concentró para exigir apoyo por falta de ingresos a consecuencia del llamado a quedarse en casa.
Las comunidades indígenas han tenido presencia en aproximadamente 2% de las protestas registradas en el contexto del estado de alarma.
“[Las manifestaciones] han ido cambiando e involucrado cada vez más a grupos de trabajadores que exigen que se les permita reanudar actividades, o mayor apoyo gubernamental”, destaca.
La gran mayoría de los eventos han sido pacíficos. Del total, sólo siete registraron actos de violencia y nueve involucraron a las fuerzas policiacas. Uno de ellos tuvo lugar el 1 de mayo en Ecatepec, en donde alrededor de 30 familiares de enfermos de coronavirus irrumpieron violentamente en el hospital Las Américas demandando información. El incidente dejó un saldo de cuatro trabajadores de la salud heridos.
“Las manifestaciones han sido más frecuentes en los estados colindantes con la Ciudad de México, que además tiene el mayor número de casos reportados por coronavirus”, menciona el reporte.
Durante el periodo de análisis, la Ciudad de México contabiliza 66 manifestaciones ligadas a la emergencia sanitaria; seguido por Guerrero, con 43; Estado de México, con 33; Veracruz, con 32, e Hidalgo, con 21. La última semana de abril fue la que contabilizó el mayor número protestas, con 87.
