El buque canadiense "Margaret Brooke" arribó el viernes a Cuba, a donde llegaron esta semana también dos submarinos de propulsión nuclear, uno ruso y otro estadounidense.
La embarcación, que llegó por la mañana al puerto de la capital cubana, marca "la primera visita de la Marina Real Canadiense a La Habana desde 2016" y a Cuba desde 2018, dijo en su página de Facebook el Mando Conjunto de Operaciones de Canadá.
La visita, que se extenderá hasta el lunes, responde al "reconocimiento a la larga relación bilateral" entre ambos países, añadió el mando canadiense.
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El miércoles también arribó al puerto habanero el submarino ruso de propulsión nuclear "Kazan" acompañado de la fragata Almirante Gorshkov, así como de un petrolero y un remolcador de salvamento "Nikolai Chiker", que el jueves fue abierto al público.
Las autoridades cubanas dijeron la semana pasada que estos navíos no portan armas nucleares y no representan una "amenaza para la región".
El inusual despliegue ruso a tan solo unos 150 kilómetros de la costa de Florida se produce en medio de grandes tensiones por la guerra en Ucrania, país que cuenta con el apoyo de Occidente en su lucha contra una invasión rusa.
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Por otra parte, el submarino estadounidense de ataque rápido "USS Helena" está desde el jueves en la Bahía de Guantánamo, "como parte de una visita de rutina" al puerto, afirmó el Comando Sur de Estados Unidos en un mensaje en las redes sociales, en referencia a la base naval estadounidense en la isla.
El ejército de Estados Unidos asegura que monitorea de cerca la presencia de los barcos rusos, pero que no suponen una amenaza directa.
Durante la Guerra Fría el despliegue de misiles nucleares soviéticos en la isla desencadenó la crisis de los misiles en Cuba de 1962, cuando Washington y Moscú estuvieron a punto de entrar en guerra.
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