Kiev.— El video de la decapitación de un supuesto prisionero de guerra ucraniano desató ayer una oleada de condenas, empezando por la del presidente Volodimir Zelensky, que calificó a los rusos de “bestias”.

El video se difundió rápidamente en línea y provocó la indignación de los funcionarios de Kiev, incluido el presidente Zelensky, así como de las organizaciones internacionales. El Krem-lin calificó las imágenes de “horribles”, pero dijo que era necesario verificarlas.

The Associated Press y AFP no lograron verificar de forma independiente la autenticidad del video o las circunstancias de dónde ni cuándo se filmó.

La Unión Europea (UE) también exigió que rindan cuentas de esos hechos “todos los autores y cómplices de crímenes de guerra” en Ucrania. Francia denunció “un acto de barbarie” y prometió “seguir aportando un apoyo indefectible” a la justicia ucraniana e internacional “para luchar contra la impunidad”. Si las imágenes son verdaderas, “se trata de un nuevo recordatorio brutal de la naturaleza inhumana de la agresión rusa”, dijo Nabila Massrali, portavoz del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, consideró que Rusia es “peor que el Estado Islámico”, organización yihadista que solía filmar las ejecuciones de sus rehenes, en general por decapitación.

“Los terroristas rusos deben ser expulsados de Ucrania y de Naciones Unidas y responsabilizados de sus crímenes”, reiteró.

Desde que las fuerzas rusas invadieron el 24 de febrero de 2022, han cometido abusos generalizados y presuntos crímenes de guerra, según las Naciones Unidas, grupos de derechos e informes de agencias como AP.

Ucrania ha acusado repetidamente a Rusia de atacar edificios de apartamentos y otras estructuras y equipos civiles en sus ataques, y las imágenes de cientos de civiles muertos en las calles y en fosas comunes en Bucha después de que las fuerzas rusas se retiraran de esa ciudad han horrorizado al mundo.

La Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por crímenes de guerra, acusándolo de responsabilidad personal en los secuestros de niños de Ucrania. El Kremlin niega haber cometido crímenes de guerra o haber atacado a civiles.

Las tropas ucranianas también han sido acusadas de abusos, y el año pasado Kiev dijo que investigaría un video que circula en línea que, según Moscú, mostraba a fuerzas ucranianas matando a tropas rusas que podrían haber estado tratando de rendirse.

Zelenksy dijo que la violencia en el último video no se olvidaría y que las fuerzas rusas serían responsables. “Todos deben reaccionar, todos los líderes. No esperen que se olvide, que el tiempo pasará”, dijo en un video.

En una mesa redonda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, Zelensky pidió en un video un momento de silencio por el soldado ucraniano muerto en la aparente decapitación.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que el video era “horrible”; sin embargo, afirmó que debe ser verificado. “En el mundo de las falsificaciones en el que vivimos, se debe verificar la autenticidad de las imágenes”, indicó en una conferencia telefónica con periodistas. El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, negó que sus unidades, que luchan en Bakhmut, en la región oriental de Donetsk, estén vinculadas con la decapitación.

El servicio de seguridad estatal de Ucrania abrió una investigación, de acuerdo con un comunicado de Vasyl Maliuk, jefe de la agencia, conocida como SBU.

A decir de Mykhailo Podolyak, asesor de Zelensky, el video busca “desmoralizar el estado de ánimo del público o al menos cambiar la percepción sicológica de la guerra en este momento”.

El jefe de derechos humanos de Ucrania dijo que solicitará que el Comité de Derechos Humanos de la ONU investigue. Dmytro Lubinets dijo que también ha escrito al Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, la Misión de Monitoreo de la ONU en Ucrania, el secretario general de la ONU, António Guterres, y al Comité Internacional de la Cruz Roja.

La Misión de Monitoreo de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania expuso que había documentado previamente “graves violaciones del derecho internacional humanitario, incluidas las cometidas contra prisioneros de guerra”. Agregó que “los últimos incidentes deben investigarse adecuadamente y los perpetradores deben rendir cuentas”. Guterres “también ha visto el video y estaba horrorizado y apoya el pedido de que los perpetradores rindan cuentas”, dijo su portavoz, Stephane Dujarric.

El video provocó protestas entre los ucranianos. A principios de marzo, otra cinta mostrando una supuesta ejecución de un prisionero de guerra ucraniano a manos de soldados rusos causó conmoción en el país.

Mientras, las líneas del frente de guerra se han congelado en gran medida por meses, y buena parte de la lucha se centra en la ciudad de Bakhmut. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, declaró que las fuerzas de Wagner lograron avances ahí. Zelensky indicó antes que sus tropas podrían retirarse si son cercadas.

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