Minneapolis.— El movimiento antirracista estalló ayer en decenas de estados de la Unión Americana. En respuesta, nueve de ellos y el Distrito de Columbia activaron a la Guardia Nacional o pidieron que ésta apoye a los oficiales, y se impusieron toques de queda en al menos 25 ciudades en 16 entidades.
Filadelfia, Nueva York, Texas, California, Illinois, Minnesota, Utah, Washington, Florida, Delaware, Massachusetts, Nueva Jersey, Pensilvania, Carolina del Sur y Tennessee, entre otras zonas, registraron protestas —que iniciaron en Minneapolis tras la divulgación de un video de la muerte de George Floyd a manos del policía Derek Chauvin— y dejaron varios destrozos. Las acciones se han convertido en un fenómeno nacional.
En Tulsa, en el distrito Greenwood de Oklahoma, los manifestantes bloquearon las intersecciones y corearon el nombre de Terence Crutcher, un afroamericano asesinado por oficiales en 2016. En esa urbe y en Wilmington, Delaware, los contingentes se dirigieron a las
carreteras interestatales cercanas y las clausuraron temporalmente.
En Tallahassee, Florida, una camioneta condujo a través de una multitud de inconformes; no hubo heridos. En Miami, las personas se reunieron en la sede de los agentes de la policía.
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Se coreó: “Black Lives Matter”, en Los Ángeles, donde la corporación de seguridad disparó balas de goma para dispersar a los presentes. Un hombre usó una patineta para intentar romper el parabrisas de una unidad de los oficiales.
En Minneapolis, Sam Allkija, de 29 años, dijo que la destrucción que ha acompañado a las protestas es un signo de la frustración que siente la comunidad afroestadounidense.
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A su vez, un automóvil fue incendiado y una multitud intentó acceder a un edificio municipal en Philadelphia; en la Casa Blanca, los manifestantes empujaron barricadas y se subieron sobre los vehículos del Servicio Secreto, mientras que en Austin, Texas, los contingentes se reunieron frente a los oficiales.
Para ayudar a calmar los disturbios, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, movilizó por completo a la Guardia Nacional y prometió una demostración masiva de fuerza. Por la noche, las autoridades usaron gas lacrimógeno contra los inconformes. El mandatario estatal dijo que sabe de informes no confirmados de que las pandillas de supremacistas blancos se aprovechan de la anarquía que se desarrolla.
La Guardia Nacional de Minnesota tiene más de 4 mil 100 ciudadanos-soldados y aviadores respondiendo a las protestas en ese estado, dijo la fuerza en Twitter. Se espera, indicó, que 10 mil 800 miembros se unan a la respuesta.
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En Minnesota, el viernes se declaró un toque de queda nocturno. En Los Ángeles, Philadelphia, Atlanta, Cleveland, Seattle, Miami, Rochester y Louisville, entre otras zonas, se decretó esa medida. El gobernador de Utah, Gary Herbert, también activó a la Guardia Nacional.
Hace dos días, el oficial que puso su rodilla contra el cuello de Floyd fue arrestado y acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado. El fiscal del condado, Mike Freeman, dijo que los otros tres policías presentes en el evento también están bajo investigación, y anticipó que se impondrán cargos.