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Washington.— Mientras crece el reclamo de los estadounidenses por la postura de Donald Trump y el persistente cierre parcial del gobierno, el mandatario volvió a amenazar ayer con cerrar “por completo” la frontera sur de Estados Unidos a menos de que el Congreso apruebe los recursos para el muro.
Un 58% reclama que Trump retire su demanda de 5 mil millones de dólares para ayudar a financiar el muro a cambio de reabrir el gobierno, mientras que 42% opina que el presidente “no debería ceder” ante las presiones de los demócratas del Congreso, de acuerdo con una encuesta publicada ayer por la Universidad de Harvard.
El estudio, divulgado por el diario The Hill, encontró que más de 60% de los estadounidenses se opone a la estrategia que está usando Trump para conseguir más fondos para la seguridad fronteriza. Los resultados coinciden con los de otra encuesta difundida el jueves, de Reuters/Ipsos, según la cual, 47% en EU responsabiliza al jefe de Estado por la paralización del gobierno, contra 33% que culpa a los demócratas del Congreso.
Los empleados públicos afectados por el cierre están exponiendo en las redes sociales las consecuencias que están sufriendo. “Soy financieramente responsable de mí misma y de una madre anciana que vive a 300 millas [482 kilómetros] de distancia. Dentro de dos semanas, ella no tendrá comida o medicinas”, lamentó la usuaria @sassinpynk. Las quejas han ido en aumento en las últimas horas.
La actitud de Trump durante esta primera semana de cierre del gobierno no gustó tampoco al presidente de la Federación Nacional de Empleados Federales, Randy Erwin, quien criticó la pasividad del Ejecutivo estadounidense para resolver esta situación. “La gente de nuestra federación son personas que trabajan para el pueblo estadounidense, no para la Casa Blanca... Conozco muchos casos de familias afectadas por esta situación: sus ingresos han sido suspendidos”, argumentó Erwin en declaraciones a la cadena CNN.
Trump defendió su política y volvió a las amenazas. “Nos veremos obligados a cerrar la frontera sur por completo si los demócratas obstruccionistas no nos dan el dinero para terminar el muro y también cambian las ridículas leyes de inmigración a las que nuestro país está sometido”, tuiteó, diciendo incluso que dadas las circunstancias el cierre fronterizo le parece una “operación rentable”.
“Cerrar la frontera sur. Volver a traer a EU nuestra industria automotriz. Volver a los tiempos previos al TLCAN, antes de que muchas de nuestras compañías y empleos fueran enviadas tan tontamente a México”, escribió. También cargó contra los países del Triángulo Norte de Centroamérica, ante las versiones de una nueva caravana de migrantes que en los próximos días partiría rumbo a EU.
“Honduras, Guatemala y El Salvador no hacen nada por Estados Unidos, lo único que hacen es tomar nuestro dinero. Se dice que hay una nueva caravana que se está formando en Honduras y no están haciendo nada al respecto. Vamos a proceder a cortarle las ayudas a estos tres países, que se aprovechan de EU desde hace años”, insistió.
El mandatario desistió de viajar a Florida a pasar el Año Nuevo y se quedará en Washington, a la espera de ver cómo se resuelve el tema del presupuesto. El jefe de gabinete interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, afirmó que Trump habla en serio acerca de la posibilidad de cerrar la frontera con México. “Creo que está tratando de evidenciar que la discusión que estamos teniendo es una locura”.
Sin embargo, los demócratas insisten en que no avalarán un presupuesto que incluya los fondos que quiere Trump para un muro “inmoral, ineficaz y costoso”, como lo definió ayer Drew Hammill, portavoz de quien será la nueva presidenta de la Cámara de Representantes desde el 3 de enero, la demócrata Nancy Pelosi.
Arrestan a indocumentado. Gustavo Arriaga, un indocumentado mexicano acusado de matar a tiros a un agente de policía de California, fue arrestado ayer después de una persecución de dos días. Trump citó el caso en el marco de sus esfuerzos por levantar el muro en la frontera. El alguacil del condado de Stanislaus, Adam Christianson, dijo que el asunto evidencia el peligro de que California sea santuario de migrantes. “¿Por qué damos santuario a criminales, pandilleros?”, cuestionó.
