El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) ordenó a Johnson & Johnson que se haga cargo de la planta de Baltimore de Emergent, donde se arruinaron 15 millones de dosis de su vacuna contra el coronavirus e impidió que la instalación fabricara otra sustancia, desarrollada por AstraZeneca.
The New York Times
reportó que así se prevén evitar futuras confusiones. Johnson & Johnson confirmó los cambios, diciendo que estaba "asumiendo toda la responsabilidad" de la dosis fabricada por Emergent.
Por su parte, AstraZeneca, que también producía su vacuna en dicha fábrica, dijo en un comunicado que trabajaría con la administración de Joe Biden para encontrar un sitio alternativo de producción.
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El Times indicó que la confusión de ingredientes, y la decisión del sábado, es un revés significativo y una debacle de relaciones públicas para Emergent, una compañía de biotecnología de Maryland.
Un portavoz de Emergent, mencionó el medio, se negó a comentar el suceso, excepto para decir que se continuaría fabricando dosis de AstraZeneca hasta que reciba una modificación del contrato del gobierno federal.
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La reorganización de la planta de Baltimore es otro revés para AstraZeneca, que a diferencia de Johnson & Johnson aún no cuenta con la autorización de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para usar su vacuna.
CNN
recalcó que ninguna de las sustancias perdidas afecta el objetivo de la compañía de entregar 20 millones de dosis de la vacuna en marzo. Esos biológicos provienen de la planta de vacunas Janssen de J&J en los Países Bajos, explicó.
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