Marcus Lamb
, director ejecutivo y fundador de la conservadora Christian Daystar Television Network, que se opuso abiertamente a las vacunas contra Covid-19 , murió a los 64 años después de contraer el virus.
Christian Daystar Television Network confirmó la muerte del predicador el martes.
"Con gran pesar anunciamos que Marcus Lamb, presidente y fundador de Daystar Television Network, se fue a casa para estar con el Señor esta mañana", dijo la cadena en un tuit el martes.
“La familia pide que se respete su privacidad mientras lloran esta difícil pérdida. Por favor, continúe levantándolos en oración ".
Los familiares de Lamb han hablado durante el último mes sobre su batalla contra el virus. Su esposa, Joni, dijo que tenía diabetes y fue hospitalizado después de que sus niveles de oxígeno bajaron.
Lamb y Daystar, con sede en Bedford, Texas, en el área de Dallas-Fort Worth, han promovido puntos de vista que se oponen a las dosis contra el coronavirus y las restricciones para detener la propagación de la enfermedad.
Los programas de la red han presentado a escépticos de las vacunas y profesionales de la salud que promueven tratamientos alternativos contra el coronavirus.
No está claro si Lamb recibió una vacuna contra el Covid-19.
En los últimos meses, varios locutores cristianos prominentes en contra de la vacunación han muerto a causa del Covid-19. Los presentadores de radio Dick Farrell, Phil Valentine y Marc Bernier, que no estaban vacunados, murieron después de contraer el virus.
Un italiano de 50 años, de la región de Piamonte, que quería obtener el pasaporte anti-Covid sin vacunarse, intentó sin éxito que le inyectaran la vacuna en un falso brazo de silicona , informaron este viernes las autoridades locales.
"El caso roza el ridículo, si no fuera porque estamos hablando de un gesto de enorme gravedad, inaceptable ante el sacrificio que la pandemia está haciendo pagar a toda nuestra comunidad, en términos de vidas humanas y costos sociales y económicos", lamentó en Facebook el presidente de la región de Piamonte (noroeste), Alberto Cirio.
El hombre en cuestión se presentó el jueves por la noche en un centro de vacunas de la ciudad de Biella, en el Piamonte, con la idea de engañar a los trabajadores sanitarios.
La prótesis estaba muy bien hecha, pero el color y la sensación al tacto despertaron inmediatamente las sospechas de la enfermera encargada de administrarle la vacuna, quien le pidió que se quitara la camisa, descubriendo así su subterfugio.
Luego le pidió a la enfermera que actuara como si no hubiera visto nada, lo que ella se negó a hacer por lo que avisó a sus colegas que se quedaron atónitos.
"Tendrá que responder ante la justicia", aseguró Cirio.
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ed