San José. – Con una legislación sin precedentes en América Latina y el Caribe, Costa Rica avanzó hoy en la lucha para contener la violencia machista contra las mujeres y emitió una ley que castigará con cárcel y severas sanciones penales y económicas a la persona que recurra a las viejas costumbres callejeras de acoso sexual, como un gemido, un piropo o una mirada indiscreta.

El novedoso marco jurídico, con penas de hasta dos años de prisión y multas y otras medidas sancionatorias, reprimirá actuaciones como proferir, dirigir o ejecutar palabras, ruidos, silbidos, jadeos, gemidos, gestos y ademanes con un sentido sexual hacia otra persona sin su consentimiento.

También se castigarán actos de exhibicionismo o masturbación, persecución o acorralamiento, producción de material audiovisual y los tocamientos. Los hechos deben ocurrir en un espacio de acceso público como un parque, un autobús, un transporte público o privado, entre otros.

El acoso sexual callejero fue definido como las conductas de connotación sexual y carácter unidireccional, sin consentimiento ni aceptación de la víctima y “con potencial de causar molestia, malestar, intimidación, humillación, inseguridad, miedo y ofensa, que proviene generalmente de una persona desconocida para quien la recibe y que tiene lugar en espacios públicos o de acceso público”.

“Es un gran cambio normativo que nos ayuda a proteger principalmente a las mujeres, que transiten libres de acoso sexual, que se sientan seguras y libres como siempre debió haber sido”, dijo el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado , al firmar la ley. “Para los varones (es) un llamado para ejercer una nueva masculinidad que respete la integridad de las mujeres”, añadió.

La ley busca garantizar el derecho igualitario de toda persona a transitar por los espacios públicos sin sufrir acoso sexual y establecer medidas para prevenir y sancionar este patrón de violencia.

“Empezamos a saldar la deuda histórica del Estado y de la sociedad con la inmensa mayoría de mujeres que hemos sufrido esta forma de violencia en los espacios públicos desde que somos niñas”, afirmó la ministra costarricense de Condición de la Mujer, Patricia Mora.

“Es una gran noticia” pero “especialmente” para las mujeres, indicó la ministra costarricense de Justicia y Paz, Fiorella Salazar. Convertir estos comportamientos en delitos es esencial para crear una “conciencia colectiva” para que Costa Rica “haga de sus calles lugares más seguros para todos”.

El Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia del Poder Judicial de Costa Rica informó que en 2019 recibió 4 mil 581 casos de mujeres y mil 905 de hombres que denunciaron como ofendidos por palabras y actos obscenos, proposiciones irrespetuosas, tocamientos, exhibicionismo y miradas indiscretas.

El Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica, que desde noviembre de 2018 desplegó un plan anti—acoso sexual con piropos, vulgaridades, seguimientos y otras cuestionadas tradiciones de hostilidad, reportó a EL UNIVERSAL que en 2019 y 2020 remitió 81 hechos al Ministerio Público (Fiscalía General) por ese tipo de asedio bajo la ley anterior.

Con 50 ya con una condena, 26 y 5 en proceso, el total se desglosó en 42% por palabras o actos obscenos, 20% por exhibicionismo, 17% por tocamientos, 11% por miradas indiscretas y 10% por proposiciones irrespetuosas, precisó Seguridad Pública. “La totalidad de los infractores son hombres” de 18 a 60 o más años, reveló.

vare/nv

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