Washington.— La Corte Suprema de Estados Unidos parecía ayer inclinada a hacer retroceder el derecho al aborto en el país, al defender una ley del estado de Mississippi que prohíbe el procedimiento después de las 15 semanas de gestación.
Cientos de manifestantes se congregaron frente a la sede del máximo tribunal mientras los nueve jueces escuchaban dos horas de argumentos en el caso judicial sobre el aborto más importante en 50 años.
El procurador general de Mississippi, Scott Stewart, instó a la Corte a mantener la ley estatal y anular los históricos fallos que consagraron el derecho constitucional de las mujeres al aborto.
“Cuando un tema afecta a todos y cuando la Constitución no toma partido en él, es del pueblo”, dijo. “Este tribunal debería invalidar Roe y Casey y respetar la ley estatal”. En su decisión de 1973 en Roe vs Wade, la Corte Suprema sostuvo que el acceso al aborto es un derecho constitucional. En un fallo de 1992, Planned Parenthood vs Casey, el tribunal garantizó el derecho de la mujer a una interrupción hasta que el feto sea viable fuera del útero, que suele ser entre las semanas 22 y 24.
Al menos cuatro de los seis jueces conservadores en la Corte, incluidos dos nominados por el expresidente republicano Donald Trump, parecían receptivos a derogar Roe y Casey. Los otros dos conservadores, el presidente John Roberts y el juez Neil Gorsuch, nominado por Trump, parecían estar a favor de un enfoque más cauteloso: mantener la prohibición de 15 semanas en Mississippi sin acabar con Roe y Casey.
La abogada Julie Rikelman, argumentando en contra de la ley de Mississippi para el Centro de Derechos Reproductivos, dijo que es “rotundamente inconstitucional”. “Que un estado tome el control del cuerpo de una mujer y exija que pase por el embarazo y el parto, con todos los riesgos físicos y las consecuencias que alteran la vida, es una privación fundamental de su libertad”, declaró. Rikelman abogó por mantener la viabilidad como el límite legal para un aborto. De lo contrario, indicó, “los estados se apresurarán a prohibir el aborto prácticamente en cualquier momento del embarazo”.
La procuradora general Elizabeth Prelogar, en representación del gobierno de Joe Biden, dijo que la Corte “nunca ha revocado un derecho que es tan fundamental para tantos estadounidenses y tan central para su capacidad de participar plena e igualmente en la sociedad”.
Tras la sesión del tribunal, Biden se pronunció a favor de mantener el fallo de Roe vs Wade. “Creo que es una posición racional. Y sigo apoyándola”, declaró.
Sonia Sotomayor, una de las magistradas progresistas de la Corte Suprema, sugirió que la revocación de Roe vs Wade daría la impresión de que el máximo tribunal es un organismo político. La jueza Elena Kagan dijo que la decisión de abortar es “parte intrínseca del lugar que ocupan las mujeres en este país”.