Washington.— La Corte Suprema de Estados Unidos confirmó ayer una norma federal que prohíbe a los condenados por violencia de género tener armas y rechazó que este veto viole la Segunda Enmienda de la Constitución del país, que estipula el derecho de poseer armas.
Por ocho votos a favor y uno en contra, el alto tribunal quitó la razón a un hombre de Texas identificado como Zackey Rahimi, que fue detenido por amenazar a su pareja con un arma pese a que sobre él pesaba una orden de alejamiento por malos tratos. A Rahimi le dieron la razón tribunales inferiores y tiene el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) y la Fundación Segunda Enmienda, entre otros.
La cuestión central abordaba, por tanto, si la Segunda Enmienda protege el derecho de los individuos a llevar armas incluso si se determina que son peligrosos o si se pueden imponer restricciones en algunos casos. En el fallo, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, escribió que “un individuo que un tribunal considere que representa una amenaza creíble a la seguridad física de otro puede ser desarmado temporalmente de conformidad con la Segunda Enmienda”.
En un comunicado, el presidente Joe Biden, afirmó que “nadie que haya sido abusado debería tener que preocuparse de que su abusador consiga un arma (...) Como resultado del fallo, los sobrevivientes de violencia doméstica y sus familias aún podrán contar con protecciones críticas”.
Mientras, cuatro senadores demócratas anunciaron que presentarán un proyecto de ley contra el flujo de armas en las Américas procedentes de EU. Agencias