ISLAMABAD.- Una corte paquistaní acusó formalmente este lunes a Imran Khan del delito de revelar secretos oficiales tras ser depuesto en 2022, en una nueva iniciativa contra el exprimer ministro, que podría enfrentar una posible pena de muerte y probablemente no podrá presentarse a las elecciones parlamentarias de enero.
Khan y Shah Mahmood Qureshi, su estrecho colaborador y número dos del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf de Khan, irán a juicio esta semana en una prisión de alta seguridad en la ciudad fortificada de Rawalpindi.
La acusación de revelar secretos de estado puede conllevar una pena entre la cadena perpetua y la condena a muerte, según Umair Niazi, uno de los abogados defensores de Khan. Sin embargo, Niazi dijo confiar en que Khan y Qureshi serían absueltos porque no habían hecho “nada malo”.
El juicio comienza el viernes, y los dos acusados han rechazado los cargos. Las vistas se celebrarán a puerta cerrada ante una corte especial en la prisión de Adiyala, donde está retenido Khan. Los abogados de Khan también se han opuesto al juicio a puerta cerrada.
El caso está relacionado con un discurso en el que Khan enarboló una carta diplomática confidencial tras su destitución en una moción de censura en el parlamento en 2022. El documento no ha sido publicado por el gobierno ni por los abogados de Khan, pero al parecer era correspondencia diplomática entre el embajador paquistaní en Washington y el Ministerio de Asuntos Exteriores en Islamabad.
En el mitin, Khan sostuvo la supuesta carta y afirmó que era una prueba de que estaba siendo amenazado y que su destitución era una conspiración estadounidense aparentemente ejecutada por el ejército y el gobierno de Pakistán. Funcionarios en Washington y Pakistán han desmentido las acusaciones.
Otro abogado defensor de Khan, Naeem Panjutha, afirmó el lunes que el exmandatario y Qureshi fueron “acusados a toda prisa” con la intención de condenar rápidamente al popular líder opositor.
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Khan tiene más de 150 cargos pendientes, que abarcan desde desacato a cortes a terrorismo e incitar a la violencia, y a principios de agosto recibió una condena de tres años por delitos de corrupción. Más tarde, el Alto Tribunal de Islamabad suspendió esa sentencia en lo que supuso una victoria legal para Khan.
Pero la victoria fue breve, ya que fue detenido de nuevo poco después en agosto en el caso de la carta.
Por el momento, Khan no puede presentarse a las elecciones de enero por dos motivos. En primer lugar tendría que ser absuelto de los cargos de corrupción en el caso de sobornos, y en segundo lugar tendría que ser absuelto o que se retirasen los cargos en el caso de revelación de secretos.
En un comunicado a la prensa grabado en video, el abogado de Khan Panjutha dijo que se estaba negando un juicio justo a su cliente.
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Durante el fin de semana, el principal rival político de Khan y ex primer ministro, Nawaz Sharif, regresó a su país tras cuatro años de exilio autoimpuesto en Londres. Sharif apareció el lunes ante una multitud reunida para recibirle en la ciudad oriental de Lahore, y declaró que perdonaba a todos los que le habían causado penurias.
Se espera que Sharif y su partido Liga Musulmana de Pakistán encuentren un duro rival en el partido de Khan, muy popular entre la población, de cara a los comicios de enero.
Sharif estuvo prófugo desde que no compareció ante una corte paquistaní en 2019 —durante el mandato de Khan— tras su condena a 10 años de prisión por delitos de corrupción.
Sin embargo, una corte federal le concedió hace poco protección ante el arresto, lo que podría haber decidido su regreso a Pakistán. Aún tiene que comparecer el martes ante el Alto Tribunal de Islamabad.
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