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Parecería una contradicción médica y geográfica: Taiwán, una pequeña isla cercana a China, ha sido uno de los pocos lugares del mundo que ha logrado contener el coronavirus… al menos de momento.
A diferencia de lo que pasa en el resto del mundo, la isla (de 24 millones de habitantes) solo ha reportado en tres meses cinco muertes y 322 casos de Covid-19 y en la mayor parte han sido contagios importados.
No fue necesario allí ni siquiera tomar las drásticas medidas que se han implementado en el resto del planeta.
Por semanas, expertos y revistas médicas han alabado su estrategia para hacer frente a la pandemia que hasta el martes 31 de marzo ha dejado más de 42 mil muertos y más de 850 mil casos de contagio en el mundo.
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Sin embargo, uno de los pocos organismos que se ha mostrado reacio a reconocer la labor de Taiwán es la propia institución que coordina a nivel global la respuesta a la epidemia: la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y es que, dada su compleja relación con China (Pekín y Taipéi se ven a sí mismos como los herederos del gobierno legítimo de una nación unificada) Taiwán no pertenece oficialmente a la OMS.
Por años, el gobierno chino ha intentado evitar la presencia de la isla en foros internacionales, y muchos organismos multilaterales y países evitan relacionarse con ella para evitar la furia de Pekín, que considera que Taiwán es parte de su territorio único e indivisible.
Y estos tiempos de coronavirus no han sido la excepción para que la división política vuelva a generar controversia y a envolver en ella a organismos internacionales.
¿Qué pasó?
Todo comenzó el pasado fin de semana, cuando un alto funcionario de la OMS pareció evitar preguntas sobre Taiwán en un programa de televisión que se volvió viral.
El sábado, la televisora RTHK, de Hong Kong, transmitió una entrevista con Bruce Aylward, el subdirector general de la OMS, quien habló con la periodista Yvonne Tong a través de una videollamada.
En el segmento, Tong le preguntó si la OMS reconsideraría permitir que Taiwán se uniera a la organización.
Tras un largo silencio, Aylward le respondió que no podía oírla y le pidió que pasara a la siguiente pregunta.
Pero Tong lo presionó nuevamente: le dijo que le gustaría hablar sobre Taiwán.
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En este punto, Aylward pareció colgar la videollamada.
Cuando la periodista llamó nuevamente, le preguntó otra vez si podía comentar sobre la respuesta de Taiwán al coronavirus.
A lo que Aylward respondió: "Bueno, ya hemos hablado de China".
La respuesta generó gran controversia en las redes sociales, pues para muchos reflejaba la postura de China sobre Taiwán, que considera a la isla como una "provincia renegada".
Taiwán, sin embargo, se considera a sí mismo un país independiente.
¿Cuál es la relación de Taiwán con la OMS?
La reacción de Aylward fue vista como indicativa de la relación incómoda que la OMS tiene con Taiwán, al que no se le permite ser un estado miembro.
La membresía de la OMS solo se otorga a países que son miembros de Naciones Unidas -que tampoco reconoce a Taiwán- o cuyas solicitudes son aprobadas por la Asamblea Mundial de la Salud.
Esto implica que Taiwán ha sido excluido siempre de las reuniones de emergencia y de importantes informes mundiales de expertos sobre la pandemia de coronavirus, según explica la corresponsal de la BBC en Taiwán, Cindy Sui.
Pero va más allá: también implica que la OMS enumera las estadísticas de coronavirus de Taiwán junto con las de China, una medida que, según las autoridades de Taipéi, niega al mundo información precisa y oportuna sobre la pandemia.
Según ha indicado el gobierno taiwanés, a la isla se le ha negado también el permiso para asistir a las reuniones anuales de la Asamblea Mundial de la Salud en los últimos años.
La exclusión, junto con los repetidos elogios de la organización por la respuesta de China al brote (que expertos en salud pública han cuestionado) llevó a que muchos en las redes sociales acusaran a la OMS de sesgo político hacia China, uno de sus principales contribuyentes.
La OMS no es el único organismo global que excluye o no reconoce oficialmente a Taiwán; otros ejemplos importantes incluyen el Comité Olímpico Internacional y la Organización de Aviación Civil Internacional.
Pero según cuenta la corresponsal de la BBC, de todos estos grupos la OMS es quizás la más importante para Taiwán, que se enorgullece de tener uno de los mejores sistemas de salud del mundo.
De ahí que, de acuerdo con Sui, la relación con Taiwán se haya convertido en un "dolor de cabeza" para la organización a raíz de la actual crisis.
Taiwán anteriormente disfrutaba de buenas relaciones con China continental y en el pasado fue observadora en la Asamblea Mundial de la Salud, pero perdió este estatus en los últimos años a medida que aumentaron las tensiones entre Taipéi y Pekín.
¿Qué respondió la OMS?
Luego de la entrevista, la OMS respondió que la cuestión de la membresía taiwanesa no correspondía responderla a sus funcionarios sino que "depende de los estados miembros" de la organización.
Alegó, además, que ha estado trabajando con expertos y autoridades de salud taiwanesas para garantizar un flujo rápido de información y compartir las mejores prácticas.
La corresponsal de la BBC en Taiwán comenta que si bien esto es cierto, y Taiwán puede acceder a la información de la OMS y compartir experiencias a través de canales de comunicación designados, no puede comunicarse de manera tan eficiente o ser escuchado tan claramente como lo haría un estado miembro.
¿Cómo respondió Taiwán?
Taiwán casi siempre protesta cuando es excluido de un organismo global, por considerar que es injusto y discriminatorio.
Esta vez ha hecho lo mismo y ha alegado que la isla no debe dejarse de lado en un momento donde la cooperación global se necesita más que nunca.
A principios de este mes, Taiwán acusó a la OMS de ignorar al país cuando se pidió información sobre la transmisión del virus de persona a persona al comienzo del brote en China.
La OMS no respondió, según el gobierno taiwanés.
"Esperamos que a través de la prueba que supone esta pandemia, la OMS pueda reconocer claramente que las epidemias no tienen fronteras nacionales", dijo el ministro de Salud de Taiwán, Chen Shih-chung.
El lunes, la presidenta Tsai Ing-wen también respondió a la declaración de la OMS diciendo que espera que todos los países después de experimentar este brote "entiendan mejor las capacidades y áreas de contribución de Taiwán y consideren seriamente la participación de Taiwán en la respuesta global a la pandemia".
China no respondió oficialmente a la polémica pero el tema, pero en la red social Weibo muchos usuarios parecieron celebrar la actitud de Aylward.
¿Qué medidas ha tomado Taiwán?
El enfoque taiwanés ha sido muy elogiado por lograr mantener en un nivel extremadamente bajo los niveles de muerte y contagio por covid-19.
"Países como Taiwán (..) mostraron que la acción rápida para la detección y el aislamiento de nuevos casos puede resultar un factor decisivo para contener la propagación", le contó recientemente a BBC Mundo el epidemiólogo Tolbert Nyenswah profesor de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos)..
Las medidas incluyeron reducir drásticamente los vuelos entrantes desde China e imponer cuarentenas a los viajeros desde el principio, lo que, según los expertos, fue clave para detener la propagación en la comunidad, así como medidas estrictas de vigilancia para aquellos en cuarentena.
Un artículo publicado en el Journal of the American Medical Association sobre la respuesta de Taiwán sugiere que la contención que ha logrado la isla responde parcialmente a la preparación que han desarrollado para eventuales eventos de este tipo desde que crearon en 2003 un comando central para el control de epidemias.
El organismo, que incluye varias agencias de investigación y del gobierno, fue creado tras la crisis del SARS y desde entonces ha realizado varios ejercicios e investigaciones para las respuestas a potenciales epidemias, según explican en su página web.
"También han realizado pruebas enfocadas en personas sospechosas de tener coronavirus, y también muy buen rastreo de contactos y distanciamiento social. Creo que lo han hecho bastante bien", le contó a la BBC el profesor Benjamin Cowling, epidemiólogo de la Universidad de Hong Kong.
¿A qué se deben las diferencias políticas entre China y Taiwán?
Ambos territorios se ven a sí mismos como los herederos del gobierno legítimo de China. O, para ser más precisos, del gobierno de una China unificada.
Xi Jinping es, oficialmente, presidente de la República Popular China, el gigante asiático que tiene su capital en Pekín, una silla en el Consejo de Seguridad de la ONU y es una de las grandes potencias mundiales.
Tsai Ing-wen es presidenta de la República de China -también conocida como Taiwán-, que es considerada por Pekín una provincia renegada, pero todavía es reconocida por una veintena de países de América Latina y el Caribe, África, Europa y Oceanía.
Para entender esta situación, hay que remontarse a 1927 y al inicio de la guerra entre el entonces gobernante Partido Nacionalista Chino o Kuomingtang (al que pertenecía Ma Ying-jeou, presidente de Taiwán hasta 2016) y el Partido Comunista (al que pertenece Xi).
Habían pasado 15 años desde la abdicación del último emperador y luego de años de combates -interrumpidos durante una década por causa de la invasión japonesa de 1936- los comunistas, liderados por Mao, terminaron haciéndose con el control de la mayoría del territorio.
Eso obligó al líder nacionalista Chiang Kai-shek a trasladar su gobierno a la isla de Taiwán en 1949.
Naciones Unidas y la mayoría de los países occidentales siguieron considerando al de Taipéi -la capital de Taiwán- como el gobierno legítimo de China hasta 1971.
Ese año, sin embargo, la ONU pasó a reconocer al gobierno comunista como la autoridad legítima de una única China.
La política de la República Popular de obligar a elegir entre mantener relaciones diplomáticas con Pekín o con "la provincia renegada" hizo que el estatus internacional de Taiwán rápidamente se convirtiera en un asunto complicado.
Solo unos 20 países de los 193 miembros de la ONU -la mayor parte de ellos naciones de América Latina y el Caribe- reconocen oficialmente al gobierno de Taipéi.