La calidez de México es incomparable. Ni con la pandemia de Covid-19 prohíben el desembarque de cruceros en Cozumel, Quintana Roo, y tampoco restringen la entrada de pasajeros provenientes de países con un alto número de contagios, como China, Estados Unidos, España e Italia.
El pasado 26 de febrero, un crucero de la compañía MSC, que fue rechazado en Jamaica e Islas Caimán por sospechas de coronavirus, hizo tierra en esa zona, pero el estado recibió la cancelación de algunos de esos barcos.
La directora General de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo, Alicia Ricalde, anunció que cinco cruceros de la naviera Princess Cruises no iban a llegar a Cozumel entre el 13 de marzo y el 30 de abril.
Esas embarcaciones tenían considerados, en conjunto, a 21 mil 546 pasajeros a bordo. El año pasado, de los 2 mil 951 unidades que llegaron al país, 46% desembarcaron en Cozumel.
La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros ordenó que se niegue el embarque a quienes hayan visitado o transitado por aeropuertos en Corea del Sur, Irán, China, incluidos Hong Kong y Macao, y cualquier municipio de Italia sujeto a cuarentena.
En otro escenario, la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo estimó pérdidas por 8 mil millones de dólares en la región, incluyendo a las aerolíneas Aeroméxico e Interjet, pero a nivel internacional las pérdidas serán más.
En tanto, la organización internacional en el rubro pronosticó hasta 113 mil millones de dólares de merma, eso sin considerar el veto de la Unión America a naciones europeas.
En el caso de la movilización de carga en el país, aún no hay cálculos de las afectaciones.