Madrid.— Los españoles salieron ayer a pasear o hacer deporte después de 48 días encerrados en sus casas, mientras el desconfinamiento de la población en otros puntos de Europa se iniciaba prudentemente, a medida que la pandemia del Covid-19 comienza a perder fuerza.

“Desde el lunes [se bajarían las acciones], depende de ustedes”, advirtió en Italia el jefe de Protección Civil, Domenico Arcuri, al rogar a los ciudadanos que “no bajen la guardia” en la salida del aislamiento, porque a partir de mañana podrán pasear por parques y visitar a su familia tras dos meses de no hacerlo.

En España, el gobierno previó un desconfinamiento por fases hasta finales de junio. Otros países europeos, como Francia o Alemania, también suavizaron poco a poco esa medida, pero vigilando la evolución del virus y exigieron a la población medidas de protección y de distanciamiento social para evitar una segunda ola de contagios.

“Después de tantas semanas aís- lado tenía muchas ganas de salir, correr y ver gente. Este viernes parecía un niño en la noche de Reyes Magos”, declaró Marcos Abeytua, asesor financiero de 42 años que vive en el barrio madrileño de Chueca.

Por toda la nación, los ciudadanos mostraron reacciones de alegría y satisfacción. Una impresión “muy chula” o “la sensación es que parece que fue ayer cuando corriste por última vez”, dijeron algunos.

Los españoles sólo podían salir para trabajar, si no podían hacerlo desde casa; a comprar, a la farmacia, al médico o para sacar al perro. A partir de ahora, deberán respetar franjas horarias para evitar aglomeraciones, así como mantener a distancia a niños y ancianos, que no podrán salir a las mismas horas.

Los usuarios de los transportes públicos estarán obligados a usar una mascarilla a partir de mañana, anunció el presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Desde hace siete días, los menores de 14 años ya podían salir a pasear una hora diaria acompañados de un adulto.

Esta relajación de las estrictas medidas de emergencia para combatir la pandemia se enmarca en el inicio de una apertura muy limitada de pequeños comercios y negocios de hostelería a partir del lunes.

Francia y su crisis

El gobierno francés decidió prolongar dos meses, hasta el 24 de julio, el estado de emergencia sanitaria para luchar contra el brote de coronavirus, anunció el Ministerio de Sanidad.

Activada el 24 de marzo, esta acción se prorroga porque su levantamiento el 23 de mayo “sería prematuro (...) Los riesgos de recuperación epidémica [están] probados en casos de interrupción repentina de las medidas en curso”, indica el proyecto de ley examinado en el Consejo de Ministros y que debe ser sometido a partir del lunes en el Parlamento.

El texto precisa principalmente las condiciones de cuarentena impuestas a quienes lleguen a Francia y estén contagiados.

Las personas infectadas deberán pasar 14 días en aislamiento; en caso de rechazo serán sancionadas con posibilidad de recurso ante la justicia. El documento también señala la implementación de un sistema de información que atañe a los enfermos y su entorno durante un periodo máximo de un año.

Desconfinamiento en otras naciones

El levantamiento de las restricciones está avanzado en Alemania, Austria y los países escandinavos; sin embargo, siguen imponiendo “medidas barrera” y el distanciamiento social.

Este sábado, en Viena, se respiraba un ambiente muy animado con la reapertura de todos los negocios, que esperaban a los clientes con descuentos, mascarillas y gel desinfectante. “Sienta bien ver que las cosas retoman su curso. Tenemos toda una lista de compras para hoy”, declaró un hombre junto a su hijo frente una tienda de electrónica.

El Reino Unido, segunda nación más afectada de Europa después de Italia y donde se alcanzó el pico de la pandemia, según el primer ministro, Boris Johnson, prometió un plan de desescalada para la próxima semana. En cualquier caso, el brote colocó a los gobiernos de todo el mundo ante un desafío inédito que podría pasarles factura.

De acuerdo con una encuesta internacional, realizada por Ipsos, los ciudadanos de los países del Viejo Continente más afectados por el Covid-19 son los más pesimistas y los menos satisfechos con la acción de sus gobiernos ante la crisis: 62% de los franceses, 45% de los italianos y 39% de los británicos reportaron esa percepción.

En tanto, la enfermedad sigue avanzando y ya causó más de 241 muertos en el mundo y más de 3 millones de contagios.

El país más golpeado en número de decesos es Estados Unidos, con más de 65 mil, por delante de Italia (28 mil 710), Reino Unido (28 mil 204), España (24 mil 543) y Francia (24 mil 597).

Rusia, con récord de 10 mil casos en un día

Rusia, con más de mil 222 fallecidos, anunció un récord diario de unos 10 mil casos, y se acerca a los 125 mil en total.

En América Latina y El Caribe fallecieron 12 mil 197 personas; además, se registran 231 mil 39 casos.

En Brasil, donde el presidente Jair Bolsonaro defiende la recuperación de la actividad económica a toda costa, lo peor estaría por llegar.

Según estimaciones del colectivo Covid-19 Brasil, integrado por investigadores, el país tiene más de 1.3 millones de ciudadanos infectados, unas 15 veces más que los 91 mil 500 casos confirmados oficialmente en ese territorio de 210 millones de habitantes, donde apenas se hacen pruebas y hay poblaciones vulnerables, como indígenas o quienes están en favelas, donde el confinamiento es una utopía.

Esa nación, que registra 6 mil 300 muertes, según el gobierno, tiene el índice de contagio más elevado del mundo (2.8), informó el Imperial College de Londres.

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