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Para Omar Lightner y su familia, que viven en Florida (EU), esta Navidad significará mucho más que una reunión pequeña.
La moratoria sobre desalojos en Estados Unidos expira el 31 de diciembre, lo que implica que podrían quedarse sin hogar al final de las fiestas.
"Tenemos US$200 ahorrados, no nos llevará a ninguna parte. En esta época. Son las vacaciones", dijo Lightner.
"Me quedo pensando en la noche cómo puedo explicarles a mis hijos que no pueden tener Navidad porque tenemos que dejar este lugar en unos días".
Lightner, de 42 años, perdió en febrero su trabajo como conductor en una empresa de mudanzas debido a la pandemia.
Desde entonces, ha estado viviendo de sus ahorros en un motel en Jacksonville con su esposa Tawanda y sus hijos Jayla, de 10 años, Jasmine, de 8, y Jamal, de 6.
Su dinero se está agotando rápidamente.
"Mis ahorros eran de US$22.000 cuando nos fuimos al motel", dijo Lightner. "Eso nos quitó unos US$17.300. El resto lo destinamos a cupones de alimentos. Eso ayudó mucho. Pero tenemos dos niños con autismo severo. Hay medicamentos y terapia que pagar".
Mientras los Lightner intentan estirar su dinero, los congresistas estadounidenses están tratando de llegar a un acuerdo sobre un segundo proyecto de ley de ayuda por covid-19 de US$900.000 millones que podría aliviar a los más afectados por la pandemia.
Se espera que el paquete incluya cientos de miles de millones de dólares de apoyo para desempleados y empresas en dificultades, así como para la distribución de vacunas y para educación.
En marzo, el presidente Donald Trump firmó el paquete de estímulo financiero más grande de la historia de EE.UU., más de US$2 billones.
De ese paquete, Lightner obtuvo US$1.200 mensuales por desempleo. En agosto, esos pagos cesaron. Le han dicho que sea paciente mientras se libera el sistema.
Mientras continúa buscando trabajo, está depositando sus esperanzas en el segundo paquete de estímulo. Aunque sea menor que el primero, se espera que ofrezca cheques de US$600 a millones de estadounidenses y 10 semanas de ayuda por desempleo.
Millones en riesgo de perder sus casas
La preocupación más grande e inmediata de Lightner es cómo asegurar un hogar para su familia.
En septiembre, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. recibieron la autorización para detener temporalmente los desalojos para frenar la propagación del virus y ayudar a quienes enfrentan dificultades financieras.
Ese alivio expira a fines de este mes y podría afectar a entre 2,4 y 5 millones de hogares estadounidenses, según el Wall Street Journal.
La familia Lightner es una de las que se enfrentan al desalojo el 1 de enero. Se han atrasado cuatro semanas en el alquiler.
El hombre explica que, como parte de la política de desalojo del motel, los artículos que se consideren no esenciales se pueden retirar de su habitación. Esta semana, ha sido la televisión, algo que la pareja necesita desesperadamente para calmar a Jamal, cuyo autismo le impide hablar.
"Somos una familia de cinco, no hay refugios disponibles a los cuales acudir en este momento", dijo Lightner.
"Mi orgullo se ha ido. Ahora somos prácticamente personas sin hogar. Y yo fui siempre un hombre muy orgulloso. Trabajé toda mi vida. Siempre tuvimos una linda casa y buenos vehículos".
"Sé cómo crecí, tuve que trabajar para conseguir esas cosas. Y me lo han quitado por causas ajenas".
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