El ministro de Salud de Brasil, Luiz Henrique Mandetta , anunció este jueves que fue destituido por el presidente Jair Bolsonaro, tras semanas de enfrentamiento entre ambos por la política de combate al coronavirus.
"Acabo de oír del presidente Jair Bolsonaro el aviso de mi destitución del Ministerio de Salud", informó en su cuenta de Twitter Mandetta, partidario de las medidas de aislamiento social rechazadas por Bolsonaro.
Mandetta agradeció la "oportunidad" de "planificar el enfrentamiento a la pandemia del coronavirus", el "gran desafío" que Brasil tiene por delante, añadió.
La relación entre Mandetta y Bolsonaro se venía desgastando desde el inicio de la crisis sanitaria provocada por el virus, que hasta este jueves había dejado mil 924 muertes y 30 mil 425 contagios.
Las autoridades prevén que el auge de la epidemia ocurrirá en Brasil entre finales de abril e inicios de mayo.
Mientras Mandetta defendía las medidas de aislamiento social determinadas en varios estados brasileños para reducir la velocidad de contagios y no sobrecargar el sistema de salud, Bolsonaro ha promovido la flexibilización de estas medidas de cuarentena por considerarlas un remedio "peor que la enfermedad", debido a sus efectos negativos en la economía.
El principal candidato a suceder a Mandetta es el oncólogo Nelson Teich, de acuerdo con varios medios brasileños.
Teich era uno de los nombres en agenda para ocupar el ministerio luego de la elección de Jair Bolsonaro en 2018, pero el mandatario acabó escogiendo a Mandetta, especialmente debido a su apoyo político en el Parlamento.
Apoyado por la Asociación Médica de Brasil (AMB), Teich también defiende las medidas de confinamiento para enfrentar la propagación del coronavirus.
En una entrevista a un medio brasileño, Mandetta admitió que su salida del Gobierno estaba asegurada y dijo estar "cansado" de chocar con el presidente Jair Bolsonaro en la gestión del combate al coronavirus .
Mandetta, médico de profesión y defensor de continuar con las medidas de aislamiento para contener la pandemia en el país, reconoció que no hay forma de que permanezca en el Ejecutivo tras "sesenta días en esa batalla", teniendo que "medir las palabras".
"¡Eso cansa!", afirmó el ministro.
Las discrepancias entre Mandetta y Bolsonaro se alargan desde hace semanas y han abierto una brecha en el seno del Gobierno sobre la estrategia para enfrentar el coronavirus, que deja en Brasil mil 736 muertos y 28 mil 320 contagios, según el último balance oficial.
lsm