Más Información
¡Queremos trabajar!; Comerciantes y trabajadores de Plaza Izagaga 89 realizan bloqueo para exigir reapertura del lugar
Claudia Curiel designa a Fernanda Tapia como directora de Radio Educación; impulsan equidad de género
Aplazan elección de la terna para ocupar la titularidad de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX
Gobierno federal firma convenio con Fundación Teletón; destinará 900 mdp en 2025 para rehabilitación de personas con discapacidad
Sheinbaum firma decreto para la creación de la Universidad Rosario Castellanos; primera sede fuera de CDMX será en Chiapas
INAI instruye a Pemex dar información sobre pago de pensión “post mortem” de extrabajador; no ha sido entregada desde 2014
Otorgan a capitán de Pemex el Premio de la Organización Marítima Internacional; rescató a 6 náufragos del huracán Otis
Citi se separa de Banamex: “compromiso con nuestros clientes en México es más fuerte que nunca”, dice directora global
Tiene menos de la mitad de muertes que los países más afectados por la pandemia de covid-19. Sin embargo, su tasa de mortalidad por esta enfermedad es la mayor del mundo.
Es la paradoja de Bélgica, que hasta el martes 27 de abril reportaba más de 7 mil 200 muertes por covid-19.
Y aunque esa cifra esté muy alejada de los más de 55.000 fallecidos que para entonces había confirmado Estados Unidos o los más de 20 mil de Francia, Reino Unido, Italia o España, Bélgica tiene el peor recuento de muertes por cada 100 mil habitantes.
Según la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos, en Bélgica mueren 62 enfermos de covid-19 por cada 100 mil personas. La población total de ese país es de un poco más de 11 millones de habitantes.
En Estados Unidos, que ha reportado el mayor número de muertes por coronavirus del mundo, 17 personas fallecen por cada 100.000 habitantes.
La alta tasa de mortalidad belga se debe a la forma en que el país europeo cuenta las muertes provocadas por el patógeno.
Bélgica no solo cuenta el número de fallecimientos confirmados por coronavirus sino también todos los casos sospechosos, incluyendo todas las muertes producidas en residencias de ancianos.
Se trata de un método distinto al que usan muchos de los países más golpeados por la pandemia, que solo contabilizan las muertes por coronavirus producidas en hospitales.
"Acción inmediata"
Cada país tiene una forma distinta de contabilizar las víctimas mortales. Sin embargo, hay un nexo común: la mayoría cuenta aquellos fallecidos a los que se les realizó la prueba y dieron positivo por coronavirus.
También lee: Coronavirus: el mapa que muestra los distintos tipos de cuarentena que adoptaron los países de América Latina
El ministerio de Sanidad en España, por ejemplo, cuenta solo de forma regular las muertes por coronavirus producidas en hospitales.
Italia, por otra parte, cuenta aquellos a los que se les realizó la prueba y dieron positivo, independientemente de si la causa principal de muerte fue coronavirus u otra afección.
Francia lo hacía de forma parecida, contando a los fallecidos en hospitales. El pasado 2 de abril, sin embargo, empezó a incluir en sus reportes los decesos en residencias de mayores.
Así es cómo lo hace Bélgica, donde su gobierno considera que contar las muertes confirmadas y también sospechosas permite luchar mejor contra la enfermedad.
"Cuando no tienes la capacidad de hacer pruebas a todos es muy importante contar también las muertes probables", explica a BBC Mundo el epidemiólogo Steven Van Gutch, quien está a cargo del comité científico gubernamental contra el coronavirus en Bélgica.
"La única diferencia nuestra con otros países es que contamos los casos de forma más extensa, lo cual nos permite emprender una acción inmediata", añade Van Gutch.
El especialista explica que, debido a este sistema "expansivo" de contabilizar las muertes, pudieron detectar brotes de coronavirus en residencias de ancianos. "Gracias a nuestro sistema de contabilidad, pudimos atajar ese problema a tiempo", asegura.
El pasado 15 de abril, fuentes oficiales revelaron que casi la mitad de muertes por coronavirus en en Bélgica se habían producido en asilos de mayores.
Debate interno
La primera ministra, Sophie Wilmès, explicó en el Parlamento belga ese mismo día que "el gobierno decidió ser completamente transparente al comunicar las muertes vinculadas al covid-19, aunque eso exagerara los números".
Sin embargo, el hecho de que Bélgica se colocara en la cima de la tasa de mortalidad por coronavirus a nivel mundial ha sido tomado con recelo por otros expertos.
Marc van Ranst, virólogo belga, criticó duramente el sistema de contabilidad de muertos del gobierno en un programa de televisión local.
"Casi todos los que mueren en residencias de ancianos, lo cual normalmente es alrededor de 100 personas al día, están incluyéndose en estas estadísticas. Me parece un poco estúpido", dijo Van Ranst.
Steven van Gutch, quien comunica a diario las cifras de coronavirus en Bélgica, reconoce que el método belga ha sido criticado, pero cree que eso será temporal.
"Puede parecer que tenemos una tasa de mortalidad muy alta, pero en realidad nuestros datos son comparables a los de Francia o Reino Unido, por ejemplo. Cuando se revisen los datos de otros países y se muestre la cifra real, nuestras tasas de mortalidad se equipararán", estima Van Gutch.
"Entiendo que algunos pueden alarmarse, pero solo intentamos ser lo más transparente y honestos posibles. Quizás hemos sobreestimado el número real de muertes, pero eso nos parece mejor que no contarlas de forma suficiente", añade el científico.
Cifra real
El hecho de que la mayoría de países solo cuenten como víctimas de coronavirus aquellos que dieron positivo en las pruebas podría ocultar un número mayor real de fallecimientos.
De acuerdo a un análisis reciente del periódico Financial Times, la cifra total de muertes por covid-19 a nivel mundial podría ser un 60% superior a la publicada.
El diario londinense llegó a esta conclusión tras calcular el número de muertes ocurridas en marzo y abril de este año y compararlo con registros del mismo período entre 2015 y 2019 en varios países.
Ese es el escenario que el gobierno belga quiere evitar.
"Si te limitas a contar las muertes en un hospital es como cerrar un ojo y solo mirar con el otro", dice Van Gutch.
"Además, opino que la forma real de medir cómo lo está haciendo un país es mirando su respuesta sanitaria. Sí, nuestra contabilidad nos hace el país con mayor tasa de mortalidad, pero nuestras unidades de cuidado intensivo, incluso en el pico -alrededor del 12 de abril-, no sobrepasaron más del 58% de su capacidad", cuenta el experto.